Vigorexia: El Obsesivo Deseo de Perfección Física

En una sociedad cada vez más obsesionada con la apariencia física y los estándares de belleza, han surgido múltiples trastornos relacionados con la imagen corporal. Entre estos, la vigorexia, o trastorno dismórfico muscular, ha ganado notoriedad por su carácter insidioso y su relación con el ejercicio físico y la musculación. ¿Qué es la Vigorexia? La vigorexia es un trastorno psicológico caracterizado por una preocupación obsesiva por desarrollar una musculatura cada vez mayor. A menudo, las personas afectadas por este trastorno no logran sentirse satisfechas con su apariencia física, incluso cuando han alcanzado un cuerpo musculoso y atlético. En lugar de ver los resultados positivos de su entrenamiento, se perciben como delgadas o poco musculosas, lo que las lleva a un ciclo de entrenamiento excesivo y dietas estrictas. Este trastorno afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque es más común en los primeros. Se cree que está influenciado por los estándares sociales que promueven un ideal de cuerpo masculino extremadamente musculoso y una figura femenina tonificada. En la búsqueda de ese ideal, quienes sufren de vigorexia suelen sobreentrenar, seguir dietas extremas y, en algunos casos, recurrir al uso de esteroides anabólicos u otros suplementos peligrosos. Causas de la Vigorexia La vigorexia es un trastorno complejo que puede tener múltiples causas, entre ellas: Factores socioculturales: La presión social y los medios de comunicación juegan un papel importante al exaltar un cuerpo musculoso como sinónimo de éxito y atractivo. Las redes sociales, con su constante comparación visual, también contribuyen a este fenómeno. Factores psicológicos: Baja autoestima, insatisfacción con la imagen corporal y una tendencia a desarrollar comportamientos obsesivos son factores de riesgo importantes. En algunos casos, la vigorexia puede estar relacionada con otros trastornos de la salud mental, como la ansiedad o la depresión. Factores biológicos: Se ha investigado si la vigorexia puede tener una base genética o estar relacionada con desequilibrios químicos en el cerebro que afectan la percepción de la imagen corporal. Síntomas de la Vigorexia Algunos de los síntomas más comunes de la vigorexia incluyen: Entrenamiento excesivo: Las personas con vigorexia pasan horas en el gimnasio, a menudo hasta el punto de la extenuación, y les resulta difícil descansar. Preocupación constante por el tamaño muscular: A pesar de tener un cuerpo musculoso, nunca se sienten lo suficientemente grandes o definidos. Dietas restrictivas: Siguen dietas extremadamente controladas, centrándose principalmente en el consumo de proteínas y evitando grasas y carbohidratos. Uso de esteroides u otros productos: En algunos casos, recurren al uso de suplementos peligrosos, como esteroides, para aumentar el crecimiento muscular. Consecuencias de la Vigorexia Este trastorno puede tener serias consecuencias para la salud física y mental. En el plano físico, el entrenamiento excesivo y las dietas extremas pueden llevar a lesiones, agotamiento y problemas metabólicos. El uso de esteroides, en particular, puede causar daño hepático, desequilibrios hormonales, problemas cardiovasculares y, en los casos más extremos, la muerte. A nivel mental, la vigorexia puede afectar las relaciones personales y la calidad de vida en general. La obsesión por el cuerpo puede llevar al aislamiento social, a un aumento de los niveles de ansiedad y, en algunos casos, a la depresión. Tratamiento de la Vigorexia El tratamiento para la vigorexia debe abordar tanto los aspectos físicos como los psicológicos del trastorno. La intervención de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra, es crucial para tratar las causas subyacentes del trastorno, especialmente en lo que respecta a la percepción distorsionada del cuerpo. Psicoterapia: Las terapias cognitivo-conductuales son efectivas para ayudar a las personas a cambiar sus patrones de pensamiento negativos sobre su cuerpo y desarrollar una relación más saludable con el ejercicio y la alimentación. Intervención médica: En los casos donde hay uso de esteroides u otros productos peligrosos, puede ser necesaria la intervención de un médico para ayudar a restaurar el equilibrio físico. Educación y conciencia: Sensibilizar a la persona sobre los riesgos de los comportamientos excesivos y ayudarla a desarrollar una imagen corporal más realista es parte clave del tratamiento.

Vigorexia: El Obsesivo Deseo de Perfección Física Leer más »

Escucha el corazón de un niño con autismo

La lista de sugerencias, peticiones, instrucción propuesta por Ángel Rivière ha sido clave en la mejora de la atención y tratamiento a los niños con autismo. Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo y facilítame que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura y evítame el caos No te angusties conmigo, porque me angustio. Respeta mi ritmo. Siempre podrás relacionarte conmigo si comprendes mis necesidades y mi modo especial de entender la realidad. No te deprimas, lo normal es que avance y me desarrolle cada vez más. No me hables demasiado, ni demasiado deprisa. Las palabras son aire que no pesa para ti, pero pueden ser una carga muy pesada para mí. Muchas veces no son la mejor manera de relacionarte conmigo. Como otros niños, como otros adultos, necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre lo consigas. Hazme saber de algún modo, cuando he hecho las cosas bien y ayúdame a hacerlas sin fallos. Cuando tengo demasiados fallos me sucede lo que a ti: me irrito y termino por negarme a hacer las cosas Necesito más orden del que tu necesitas, que el medio que me rodea sea más predecible de lo que tu requieres. Tenemos que negociar mis rituales para convivir Me resulta difícil comprender el sentido de muchas de las cosas que me piden que haga. Ayúdame a entenderlo. Trata de pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para mí. No permitas que me aburra o permanezca inactivo No me invadas excesivamente. A veces, las personas sois demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado estimulantes. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo Lo que hago no es contra ti. Cuando tengo una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me muevo en exceso cuando me es difícil atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de hacerte daño Mi desarrollo no es absurdo, aunque no sea fácil de entender. Tiene su propia lógica y muchas de las conductas que llamáis alteradas son formas de enfrentar el mundo desde mi especial forma de ser y percibir. Haz un esfuerzo por comprenderme Las otras personas sois demasiado complicadas. Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple. Aunque te parezca extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras, tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él. No vivo en una fortaleza vacía sino en una llanura tan abierta que puede parecer inaccesible. Tengo mucha menos complicación que las personas que os consideráis normales. No me pidas siempre las mismas cosas ni me exijas las mismas rutinas. No tienes que hacerte tu autista para ayudarme. El autista soy yo, no tu No solo soy autista. También soy un niño, un adolescente, o un adulto. Comparto muchas cosas de los niños, adolescentes o adultos a los que llamáis “normales”. Me gusta jugar y divertirme, quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago las cosas bien. Es mas lo que compartimos que lo que nos separa Merece la pena vivir conmigo. Puedo darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas. Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy autista, sea tu mayor y mejor compañía No me ataques químicamente. Si te han dicho que tengo que tomar una medicación, procura que sea revisada periódicamente por el especialista Ni mis padres ni yo tenemos la culpa de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan. No sirve de nada que os culpéis unos a otros. A veces, mis reacciones y conductas pueden ser difíciles de comprender o afrontar, pero no es culpa de nadie. La idea de culpa no produce mas que sufrimiento en relación con mi problema. No me pidas constantemente cosas por encima de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme lo que puedo hacer. Dame ayuda para ser mas autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de mas No tienes que cambiar completamente tu vida por el hecho de vivir con una persona autista. A mi no me sirve de nada que tu estes mal, que te encierres y te deprimas. Necesito estabilidad y bienestar emocional a mi alrededor para estar mejor. Piensa que tu pareja tampoco tiene culpa de lo que me pasa Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en una obsesión. Para poder ayudarme, tienes que tener tus momentos en que reposas o te dedicas a tus propias actividades. Acércate a mí, no te vayas, pero no te sientas como sometido a un peso insoportable. En mi vida, he tenido momentos malos, pero puedo estar cada vez mejor Acéptame como soy. No condiciones tu aceptación a que deje de ser autista. Sé optimista sin hacerte novelas. Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga curación Aunque me sea difícil comunicarme o no comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparación con lo que os decís normales. Me cuesta comunicarme, pero no suelo engañar. No comprende las sutilezas sociales, pero tampoco participo de las dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la vida social. Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila. Si no se me pide constantemente y solo aquello que mas me cuesta. Ser autista es un modo de ser, aunque no sea el normal. Mi vida como autista puede ser tan feliz y satisfactoria como la tuya. En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias. (información extraída de Autismo y síndrome de Asperger: guía para familiares, amigos y profesionales / José́ Ramón Alonso Peña, 2009)

Escucha el corazón de un niño con autismo Leer más »

Cuando la Limpieza se Convierte en una Obsesión

El TOC de contaminación es un subtipo del trastorno obsesivo-compulsivo en el que las personas desarrollan un miedo irracional a los gérmenes, bacterias, productos químicos o cualquier tipo de «contaminación» que pueda representar una amenaza para su salud. Este tipo de TOC puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, ya que obliga a quienes lo padecen a adoptar conductas extremas de limpieza, evitación o purificación para reducir su ansiedad. ¿Qué es el TOC de contaminación? El TOC de contaminación se manifiesta a través de dos componentes principales: Obsesiones de contaminación: Estas obsesiones son pensamientos intrusivos, imágenes o impulsos que giran en torno al miedo a la suciedad o a enfermarse. Las personas pueden creer que tocar objetos sucios, estar en lugares públicos o incluso interactuar con otros puede llevar a la «contaminación», no solo de su cuerpo, sino también de su entorno. Compulsiones de limpieza o evitación: Para reducir la ansiedad que generan las obsesiones, las personas con TOC de contaminación recurren a compulsiones como lavarse las manos excesivamente, limpiar su hogar de manera obsesiva o evitar ciertos lugares, personas o situaciones. Estas compulsiones, aunque brindan un alivio temporal, refuerzan el ciclo del TOC y, a largo plazo, pueden empeorar la situación. Ejemplos de obsesiones y compulsiones comunes en el TOC de contaminación Obsesiones comunes: Miedo excesivo a los gérmenes, bacterias o virus. Pensamientos sobre ser envenenado por productos químicos. Preocupación por la contaminación cruzada (contaminar una superficie después de tocar algo «sucio»). Miedo a enfermarse gravemente por tocar objetos comunes, como manijas de puertas o dinero. Compulsiones típicas: Lavarse las manos repetidamente, incluso hasta el punto de lastimar la piel. Evitar lugares o actividades que puedan considerarse «sucios», como baños públicos o transporte público. Limpiar objetos personales de manera obsesiva, como teléfonos, llaves o zapatos. Desechar ropa o pertenencias que se consideren «contaminadas». Impacto en la vida diaria El TOC de contaminación puede ser profundamente debilitante. Las personas pueden llegar a aislarse socialmente por miedo a interactuar con entornos que perciben como inseguros. Las relaciones personales también pueden verse afectadas, ya que los seres queridos pueden ser considerados fuentes de contaminación. Incluso las actividades cotidianas simples, como ir al supermercado o trabajar, pueden convertirse en fuentes constantes de ansiedad. Tratamiento para el TOC de contaminación El TOC de contaminación, como otras formas de TOC, se trata con mayor éxito a través de la terapia cognitivo-conductual (TCC), específicamente mediante la técnica de exposición con prevención de respuesta (ERP). Esta terapia consiste en exponer gradualmente al paciente a los objetos o situaciones que temen, mientras se evita que realicen sus compulsiones, lo que les ayuda a tolerar la ansiedad y, con el tiempo, reducirla. Además, en algunos casos, los antidepresivos de la clase de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) también pueden ser efectivos para reducir los síntomas. Sugerencias para manejar el TOC de contaminación Técnicas de exposición gradual: Trabajar con un terapeuta en un plan de exposición que te permita enfrentar tus miedos a la contaminación de manera gradual y controlada. Practicar la prevención de respuesta: Cuando surjan pensamientos de contaminación, evitar realizar la compulsión (como lavar las manos o limpiar) y permitir que la ansiedad disminuya por sí sola. Desafiar los pensamientos irracionales: Usar técnicas cognitivas para cuestionar los pensamientos obsesivos. Preguntarse a sí mismo: «¿Es probable que realmente me enferme por esto?». Buscar apoyo profesional: Un terapeuta especializado en TOC puede proporcionar estrategias y apoyo clave para manejar la condición.  

Cuando la Limpieza se Convierte en una Obsesión Leer más »

Cuidar y Cuidarse: El Equilibrio para Evitar el Agotamiento

Una de las principales dificultades con que suelen tropezar los cuidadores es que no dan casi importancia al cuidado de su propia salud y bienestar, cuando es evidente que, si enferma o se sobrecarga mental o físicamente, no podrá cuidar de sus seres queridos. Básicamente, el cuidador tiene que vigilar sus emociones negativas, el estrés al que está sometido y su propio estado físico y mental. Manejo de sus emociones negativas El cuidado de otra persona durante un tiempo prolongado produce emociones negativas en todos los cuidadores. Es normal que en muchas ocasiones se sientan desanimados, tristes, enfadados o asustados. Muchos suelen pasar por alto esas emociones y van dejando que esos sentimientos vayan acrecentándose y envolviendo cada vez mas su estado de animo cotidiano. Con el tiempo, pasan la mayor parte del día malhumorados, deprimidos o desesperanzados. Cuando aparecen estos sentimientos, es conveniente intentar manejarlos, encontrar formas que nos ayuden a convertirlos en episodios pasajeros, de tal manera, que impidamos que se vayan instaurando en nuestras vidas. Manejo de algunas emociones negativas del cuidador Tristeza. Repase las actividades que le gusten y procure incluir alguna de ellas en su rutina cotidiana (por ejemplo, leer, escuchar música, hablar por teléfono, etc.) Desanimo. Plantéese vivir el día a día haciendo lo mas agradable posible cada momento e intente aceptar lo que no puede cambiar Enfado. Dese un respiro y procure alejarse temporalmente de la situación. Respire profundamente varias veces. Procure centrar su enojo en la enfermedad y no en la persona Miedo. Planifique lo que puede hacer en el caso de que ocurra algo peor Culpabilidad. Procure centrarse en las cosas que hace bien. Plantéese metas específicas y realistas. A pesar de intentar seguir estas y otras sugerencias, muchos cuidadores tienen dificultades para manejas esas emociones, bien porque son demasiado intensas, bien porque se han mantenido durante mucho tiempo y están demasiado instauradas. En estos casos, es conveniente buscar asesoramiento profesional que le proporcione medios específicos para manejarlas Señales que indican la necesidad de ayuda profesional Abuso de alcohol o de medicamentos para los nervios Pérdida o aumento de peso significativos Depresión, desesperanza Ideas de suicidio o de querer morirse Episodios repetidos de pérdida de control físico o emocional Ignorar o tratar mal a la otra persona Manejo del estrés Todas las personas están sometidas a situaciones que les producen cierto grado de estrés. El estrés forma parte de la vida de todo el mundo y nuestro cuerpo está preparado para enfrentarse a él. Sin embargo, cuando es demasiado intenso y se prolonga en el tiempo, no solo provoca malestar, sino que puede provocar enfermedades o agravar las que ya se padecen. Por ello, es conveniente disponer de estrategias que nos permitan controlar el estrés al que nos sometemos. Existen dos formas de controlar el estrés: Limitando el nivel de exigencia y la exposición a situaciones que lo provocan: Es conveniente que determine las exigencias a las que tiene que atender. Y que valore hasta qué punto puede afrontarlas cotidianamente. Todos podemos enfrentarnos a obligaciones muy exigentes durante periodos cortos de tiempo, pero si se alargan, acaban provocando estrés crónico en quien lo hace. Por eso es conveniente que en situaciones de cuidado prolongado valore lo que las circunstancias le están exigiendo de usted y que busque alternativas para descargarse parcialmente de alguna de sus obligaciones Aprendiendo a ajustar nuestra valoración de lo que sucede a lo que realmente está pasando: nuestro organismo no responde a los hechos objetivos, sino a las interpretaciones que hacemos de lo que nos sucede. En situaciones que nos afectan mucho emocionalmente, podemos exagerar sus consecuencias y responder como si fueran más graves de lo que realmente son. En esas circunstancias, resulta de ayuda buscar información que le permita contrastar sus impresiones con alguna persona de su confianza, también puede ayudarle a mantener una visión mas realista y a sentirse menos presionado. El cuidado de su propio estado físico y mental Uno de los aspectos que más fácilmente suelen descuidarse cuando se está inmerso en el cuidado de otra persona es el propio estado físico. La alimentación, el respeto de los periodos de descanso y el descenso en la actividad física son los aspectos que más fácilmente suelen descuidarse. Es muy frecuente que los cuidadores se planteen como prioridad esencial el cuidado y bienestar del otor y descuiden el propio. El cuidado de otra persona es una labor muy exigente que requiere un esfuerzo importante por parte del cuidador. Son muchos los familiares que han dado tanto de sí que han acabado agotados, han tenido que claudicar y renunciar al cuidado del familiar por incapacidad. Algunas pautas de cuidado básicas para mantener el buen estado físico y mental serían: Alimentación. Los alimentos nos proporcionan la energía necesaria para enfrentarnos a las exigencias del día a día. Procure seguir un horario regular de comidas y mantener una dieta equilibrada; las carencias y desequilibrios nutricionales nos debilitan y a la larga producen trastornos en el cuidador que pueden dificultar su labor Sueño. En los periodos de descompensación, la persona puede estar despierta durante toda la noche y requerir la atención del cuidador. Si bien estas alteraciones deben remitir con el tratamiento adecuado y con una higiene del sueño apropiada, cuando esta situación se prolonga más allá de unos días es necesario buscar alternativas que le permitan descansar. Establecer turnos con otras personas se hace imprescindible en esas circunstancias. Aunque no se perciba remuneración alguna, cuidar de otra persona es un trabajo. Nadie puede trabajar durante las 24 horas de día todos los días del año sin que su salud mental y física se resienta. Es absolutamente imprescindible que el cuidador tenga momentos de respiro, que disponga de tiempo para descansar y dedicarlo a sí mismo. Es necesario programar el descanso periódico del cuidador y poder aprovechar ese tiempo para ver a amigos o para disfrutar de actividades de ocio que le resulten gratificantes. Solicitar la colaboración de otros familiares, amigos, utilizar servicios de la comunidad o pagar

Cuidar y Cuidarse: El Equilibrio para Evitar el Agotamiento Leer más »

Ortorexia: La Obsesión con la Comida Saludable

En la era de la información y la preocupación por la salud, la ortorexia se ha convertido en un tema cada vez más relevante. Aunque no está oficialmente reconocida como un trastorno en muchos sistemas de diagnóstico, la ortorexia se refiere a una obsesión extrema con la comida saludable y la pureza alimentaria. Esta obsesión puede tener impactos significativos en la salud mental y física de quienes la padecen. ¿Qué es la Ortorexia? La ortorexia, un término acuñado por el médico Steve Bratman en 1997, se caracteriza por una preocupación obsesiva por la calidad y la pureza de los alimentos. Las personas con ortorexia sienten que su salud depende exclusivamente de la ingesta de alimentos que consideran «perfectos» o «puros». Este enfoque rígido y exclusivo hacia la alimentación puede llevar a una serie de problemas. Síntomas y Comportamientos Asociados Restricción Dietética Extrema: Las personas con ortorexia a menudo eliminan de su dieta una gran cantidad de alimentos que consideran no saludables, incluyendo muchas frutas y verduras si no cumplen con sus estrictos criterios. Preocupación Constante: La preocupación por la calidad de los alimentos puede ocupar la mayor parte del tiempo del individuo, afectando su vida social, laboral y personal. Sentimientos de Culpa: Comer algo que no se alinee con sus normas estrictas puede provocar una gran culpa y ansiedad. Aislamiento Social: Las personas con ortorexia pueden evitar eventos sociales o comidas fuera de casa para evitar la exposición a alimentos que consideran perjudiciales. Impacto en la Salud: La dieta restrictiva y desequilibrada puede llevar a deficiencias nutricionales, pérdida de peso excesiva, y otros problemas de salud. Causas y Factores Contribuyentes Las causas exactas de la ortorexia no están completamente claras, pero varios factores pueden contribuir a su desarrollo: Presión Social: La creciente presión social y mediática para adoptar dietas «perfectas» puede fomentar una obsesión poco saludable con la alimentación. Perfeccionismo: Las personas con tendencias perfeccionistas pueden ser más propensas a desarrollar ortorexia debido a su necesidad de controlar todos los aspectos de su vida. Experiencias Previas: Algunas personas pueden desarrollar ortorexia como una forma de controlar o compensar otras áreas de su vida. Tratamiento y Manejo El tratamiento de la ortorexia puede ser desafiante debido a la naturaleza de la obsesión. Sin embargo, existen estrategias que pueden ayudar a manejar y superar el trastorno: Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una opción eficaz para tratar la ortorexia, ayudando a las personas a desafiar sus pensamientos y comportamientos disfuncionales relacionados con la comida. Educación Nutricional: Trabajar con un dietista o nutricionista puede ayudar a equilibrar la dieta de manera saludable y realista. Apoyo Social: La terapia de grupo o el apoyo de amigos y familiares puede ser útil para romper el aislamiento y fomentar un enfoque más equilibrado hacia la alimentación. Mindfulness y Autoaceptación: Técnicas de mindfulness y prácticas de autoaceptación pueden ayudar a las personas a desarrollar una relación más saludable con la comida y su cuerpo.  

Ortorexia: La Obsesión con la Comida Saludable Leer más »

Deja de castigarte y comienza a aprender

Aun cuando su culpa no sea sana y esté basada en la distorsión, una vez que empiece a sentirse culpable, quedará atrapado en una ilusión que hará que la culpa parezca legitima. Esas ilusiones pueden ser poderosas y convincentes. Sus razonamientos son estos: Me siento culpable y merecedor de una condena. Esto significa que he sido malo Puesto que soy malo, merezco sufrir En consecuencia, su culpa lo conviene de su maldad y le produce mas sentimientos de culpa. Esta conexión cognitiva-emocional enlaza sus pensamientos y sus sentimientos entre sí. Y termina atrapado en un sistema circular que se denomina el ciclo de la culpa. El razonamiento emocional alimenta este ciclo. Supone automáticamente que, porque se siente culpable, debe de haber hecho algo malo y merece sufrir. Se dice “me siento mal, por lo tanto, debo de ser malo”. Esta conclusión es irracional porque su auto aborrecimiento no prueba necesariamente que haya hecho algo mal. Su culpa solo refleja el hecho de que usted cree que se ha comportado mal. Podría ser así, pero a menudo no lo es. Si realmente he hecho algo inadecuado o hiriente, ¿piensa que merece sufrir? Si cree que la respuesta a esta pregunta en sí, pregúntese: ¿durante cuánto tiempo debo sufrir? ¿un día? ¿un año? ¿Durante el resto de mi vida? ¿Qué sentencia elegirá para imponerse a sí mismo? ¿Está dispuesto a dejar de sufrir y de sentirse desdichado cuando su sentencia haya expirado? Este modo de castigarse sería por lo menos responsable, porque tendría un limite de tiempo. Pero ¿qué sentido tiene abusar de sí mismo con los sentimientos de culpa? Si realmente ha cometido un error y ha actuado de un modo hiriente, su culpa no borrará su equivocación por arte de magia. Tampoco acelerará sus procesos de aprendizaje para reducir la probabilidad de comer el mismo error en el futuro. Otras personas no lo amarán ni respetarán mas porque se sienta culpable y se degrade de ese modo. Ni siquiera sus sentimientos de culpa le harán llevar una vida productiva. Entonces ¿qué sentido tiene? Muchas personas preguntan: pero ¿Cómo podría comportarme moralmente y controlar mis impulsos si no me siento culpable? El cambio y el aprendizaje se producen mucho más fácil cuando: Usted reconocido que ha habido un error Desarrolla una estrategia para solucionar el problema. Una actitud de egoísmo y relajamiento hace las cosas más fáciles mientras que la culpa siempre es un obstáculo Usted puede preguntarse ¿cómo sé que he hecho algo mal si no me siento culpable? ¿No me entregaría a un ciego ataque de egoísmo destructivo e incontrolado si no fuese por mis sentimientos de culpa? Puede reemplazar su culpa por un fundamento más sensato de conducta moral: la empatía. La empatía es la capacidad de visualizar las consecuencias buenas y malas de su conducta. Es la capacidad de conceptualizar el impacto de lo que usted se hace a sí mismo y a la otra persona y de sentir una tristeza y remordimientos adecuados y genuinos sin ponerse a sí mismo etiqueta de inherentemente malo. La empatía crea el clima emocional y mental necesario para guiar su conducta de un modo moral y auto enriquecedor sin el látigo de la culpa. Aplicando estos criterios, puede determinar si sus sentimientos contienen una sensación normal y sana de remordimiento o una sensación de culpa contraproducente y distorsionada. Hágase las siguientes preguntas: ¿consciente y voluntariamente he hecho algo malo, injusto o innecesariamente hiriente que no debería haber hecho? ¿o acaso espero de un modo irracional ser perfecto, omnisciente y todopoderoso? ¿me estoy poniendo la etiqueta de mala persona a causa de esta acción? ¿mis pensamientos contienen otras distorsiones cognitivas como magnificación, generalización excesiva, etc.? ¿estoy sintiendo un pesar o un remordimiento realistas, originados en un conocimiento empático del efecto negativo de mi acción? La intensidad y la duración de mi dolorosa respuesta emocional, ¿corresponden a lo que realmente he hecho? ¿Estoy aprendiendo de mi error y creando una estrategia para cambiar o estoy abatiéndome y rumiando e incluso castigándome de un modo destructivo? Métodos que le permitirán liberarse de los sentimientos inadecuados de culpa y elevar al máximo su autorrespeto Registro diario de pensamientos disfuncionales. Este método da muy buenos resultados en el caso de una serie de emociones indeseadas, entre ellas la culpa. Registre el hecho desencadenante de la culpa en la columna titulada SITUACION. Técnicas para eliminar los debería. El primer paso es preguntarse ¿Quién dice yo debería? ¿Dónde está escrito que yo debería? Esto tiene por objeto que usted tome conciencia de que se está criticando innecesariamente. Puesto que en definitiva es usted quien formula sus propias reglas, una vez que decide que una regla no es útil puede corregirla o liberarse de ella. Al decidir sobre la utilidad de una regla puede ayudarle la formulación de la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de aplicarme esta regla a mi mismo? ¿Cómo me ayudará a creer que siempre debería ser capaz de hacer feliz a los demás? Otra manera simple para eliminar los “debería” consiste en utilizar el contador de la pulsera. Una vez que se ha convencido de que los debería no le convienen, puede contarlos. Cada vez que emite una enunciación debería, accione el contador. Si lo hace, asegúrese de establecer un sistema de recompensas basado en el total diario. Y otra efectiva de combatir los debería es preguntar: ¿por qué debería? Aprenda a mantenerse en sus trece. Una de las grandes desventajas de ser proclive a los sentimientos de culpa es que los demás pueden usar y lo harán, ese sentimiento de culpa para manipularlo. Si se siente obligado, a complacer a todos, podrán coaccionarlo para que usted haga muchas cosas a la vez que tal vez no sean lo que mas le conviene. Su obsesión de complacer a los demás se vuelve más trágica cuando sus obsesiones llegan a estar tan dominadas por la culpa que termina sintiéndose atrapado y desdichado. La ironía es que las consecuencias de dejar que

Deja de castigarte y comienza a aprender Leer más »

Autismo en la niñez: conductas, retos y habilidades

Aunque los niños con trastornos del espectro autistas son diferentes entre sí, y pueden tener afectadas facetas muy diferentes, los aspectos mas característicos están relacionados con la tríada de discapacidades: comportamiento social, comunicación e imaginación. Discapacidad en el comportamiento y la interacción social Los problemas de comportamiento de las personas con autismo varían de graves a leves. Los problemas mas graves son comportamientos anómalos, agresivos, llegando en ocasiones a causarse daño a sí mismos. Estos comportamientos pueden persistir durante años y ser muy difíciles de cambiar. En su forma menos severa, el autismo se parece a una dificultad de aprendizaje, pero incluso las personas con un autismo más leve tienen una discapacidad importante para desarrollar su vida en comunidad debido a los déficits en las áreas de comunicación y sociabilidad Normas y rutinas. Los niños con autismo reclaman consistencia y persistencia en su ambiente. Pueden insistir en comer en los mismos platos, a una hora determinada, sentados en un lugar preciso de la mesa. Pueden seguir el mismo orden al vestirse y mantener un esquema determinado en muchas de las actividades del día. Pueden ponerse muy nerviosos y estresados o incluso violetos si, por ejemplo, un cuadro está torcido en una pared o su cepillo de dientes ha sido movido de su sitio habitual. Cualquier cambio en las rutinas generales, por ejemplo, variar la ruta al colegio, unos cubiertos diferentes, etc. puede alterarles mucho, aumentando su ansiedad y generando rabietas o bloqueos. Estereotipias. Normalmente los niños con autismo tienen un aspecto físico normal y un buen control de sus movimientos. Sin embargo, es frecuente que presenten movimientos extraños y repetitivos. Estos comportamientos denominados estereotipias o actividades auto estimulatorias, pueden aislarles de otros niños, que se extrañan, asustan o burlan. Ejemplos de ellos sería aletear con las manos, balancearse hacia atrás y adelante, hacer giros, chasquear los dedos o andar de puntillas. Pueden repetir estos movimientos durante horas y de repente quedarse quietos en una postura determinada, durante un periodo prolongado. Además de estos movimientos algunos niños con autismo desarrollan fijaciones anómalas con algunos objetos. Pueden llegar a comportamientos lesivos o peligrosos para el propio niño o disruptivos para su relación con otros niños. como un ejemplo externo, un niño puede insistir en llevar sus heces desde el bajo hasta la clase. Otro comportamiento es simplemente llamativos, graciosos o pueden poner en situaciones embarazosas a los que están a su alrededor. Cuando los niños se hacen mayores pueden pasar meses centrados en un tema de su interés, aunque no amplían su campo de actividad, no le sacan partido, no se ve una evolución en su afición. La mayoría de los niños con autismo no parecen reconocer a las otras personas como seres importantes y tienen una gran dificultad para aprender esa relación social, ese dar y tomar entre diferentes personas. La comprensión del otro es pobre o no existe y muestran poco interés en comunicarse, excepto para conseguir algo que desean. Algunos evitan el contacto visual incluso en los primeros meses de vida. Pueden rechazar la atención y los síntomas de afecto o aceptar abrazos pasivamente. Al contrario de otros niños, raramente se enfadan cuando el padre o la madre se marchan o muestran placer cuando ven que vuelve. El comportamiento del niño con autismo puede afectar emocionalmente también a los padres que ven que sus abrazos, deseos de jugar juntos, de enseñar algo son rechazados o no compartidos Los niños con autismo también tienen dificultad para interpretar lo que otros piensan o sienten. Algunos de los gestos sutiles: una sonrisa, guiño, mueca, tienen poco significado para ellos. “Ven aquí” puede significar lo mismo tanto si quien lo dice está sonriendo y extendiendo los brazos para acogerle o con el ceño fruncido y los puños en las caderas. Sin la habilidad para interpretar gestos y expresiones de la cara y las sutilezas del lenguaje corporal, el mundo social es caótico, incomprensible y parece peligroso. Según el comportamiento social, se ha clasificado a los niños con autismo en cuatro grupos. Niños aislados. No participan en la interacción social y son a menudo descritos como “viviendo en su propio mundo”. Les gusta pasar largos periodos solos y la comunicación si existe se limita a cubrir las necesidades básicas Niños pasivos. No buscan de forma activa relacionarse con otros. Sin embargo, cuando se les incluye en distintas actividades, lo aceptan e incluso muestran su agrado. Raramente piden algo a sus cuidadores. Los otros niños a veces juegan con ellos como si fueran muñecos grandes. Niños activos pero raros. Estos niños desean relacionarse con otros niños, pero no tiene las habilidades sociales para hacerlo adecuadamente, no saben como dirigirse a los niños de los que quisieran ser amigos y cometen errores que causan rechazo Niños excesivamente formales. Es una discapacidad social que aparece en los adolescentes y adultos más capacitados, siendo más característica del síndrome de Asperger. Suelen tener unas maneras estiradas y muy rígidas para relacionarse con familiares, amigos y extraños. Es el hijo que se dirige a sus padres como Sr. Y Sra. Tal. no todos los niños encajan en uno de estos grupos y los padres pueden reconocer algunas de estas características en sus hijos en diferentes épocas. Discapacidad en el lenguaje Muchos niños con autismo tienen dificultades de lenguaje, siendo una de las primeras causas de preocupación de los padres. A los tres años de edad, la mayoría de los niños con desarrollo normal han superado una serie de etapas en el camino de aprendizaje de un lenguaje. Una de las primeras es el balbuceo y los pa-pa-pa y ma-ma-ma que hacen emocionarse a los padres. A la edad de un año, el niño dice palabras, se vuelve cuando oye su nombre, cuando se le ofrece o se le pide algo que no quiere, dice rotundamente lo que para algunos parece su palabra favorita ¡no! Y señalan con el dedo cuando quieren algo. El gesto de señalar tiene dos funciones básicas: pedir y mostrar. Los niños con autismo no lo

Autismo en la niñez: conductas, retos y habilidades Leer más »

Recupera tu Autoestima Después de una Humillación

¿Se ha sentido alguna vez humillado por el comentario hecho por alguna persona sobre su físico, su forma de vestir, su estilo de vida, sus maneras, su trabajo o su forma de hablar? Estas humillaciones acaso le han hecho sentirse deprimido, avergonzado, sin valor alguno, incompetente o incapaz aun cuando estas características no le describan Tipos de humillaciones Los cuatro tipos que existen son: Verbal directa Verbal indirecta No verbal Infligida a uno mismo Humillación verbal directa. La verbal es quizá la más fácil de identificar debido a que va dirigida directamente a usted. ¿Cómo responder? Permita que la persona hable de sus sentimientos Si está enfadada la otra persona, admítalo Diga que comprende cómo se siente su interlocutor. Utilice palabras como entiendo o veo que estás disgustado Pide una aclaración si es necesario Actúe con asertividad ante la reacción de su interlocutor explicando lo que siente acerca de su comportamiento Haga una afirmación corta con objeto de dar por zanjada la situación Humillación verbal indirecta. La clave reside en determinar la verdadera intención de la otra persona Pida una aclaración Utilice afirmaciones como: No entiendo lo que quieres decir Haga preguntas como ¿Qué estás diciendo? Humillación no verbal. Resulta más difícil de proceder ante las humillaciones no verbales porque tal vez cueste comprender el mensaje no verbal. En vez de tener que proceder ante las palabras, puede ser que tenga que actuar ante una mala cara, una sonrisa maligna o un suspiro. ¿Cómo proceder? Pedir una aclaración siempre que no se comprenda una expresión no verbal Utilizar afirmaciones en primera persona (empiece con la palabra yo, exprese sus sentimientos, identifique el comportamiento y lo que desea en ese momento en adelante) Humillación infringida a uno mismo. Implican la existencia de un monólogo interno negativo. Los conflictos internos y las dudas sobre uno mismo pueden dar como resultado dicha conducta. En este caso, usted se convierte en su peor enemigo interesando dichos pensamientos negativos. Debe tener cuidado y practicar el habla interna positiva. Sea honesto, abierto y directo consigo mismo y sea asertivo en sus pensamientos, en sus sentimientos y necesidades. Cuando responda a halagos: No se apresure en devolver el mismo Piense en éste; luego, responda directa o indirectamente a través de su lenguaje corporal Sonría y establezca un buen contacto visual Las humillaciones le dejan avergonzado, le hacen sentirse poco apto y deprimido. Fomente su autoestima procediendo ante las mismas con asertividad.     (información extraída de Haga oír su voz sin gritar / Nelda Shelton y Shanon Burton, 2004)

Recupera tu Autoestima Después de una Humillación Leer más »

Rompiendo mitos sobre el TDAH en la infancia

Algunos autores se han referido al TDAH como a una discapacidad oculta, haciendo referencia a que otras discapacidades, como la sordera, ceguera, parálisis o cualquier deficiencia física se ve o es fácilmente constatable por cualquier observador externo. Sin embargo, el niño con TDAH padece unas dificultades que solo se hacen evidentes con una observación cuidadosa, experta e interesada. La inteligencia general suele ser normal, la apariencia física también, no hay signos externos o estigmas acusatorios del problema. Sin embargo, esto que en principio es una ventaja, se convierte en una dificultad para la aceptación y comprensión del problema, siendo mucho más fácil que ante otras adversidades achacar los comportamientos anómalos y los fracasos a cuestiones como falta de voluntad, desinterés, mala intención, mala educación, problemas familiares, etc. Mamá yo no estoy loco El trastorno por déficit de atención e hiperactividad TDAH es uno de los trastornos infantiles más frecuentes y explica por qué muchos niños con una inteligencia buena fracasan escolarmente y niños con una educación adecuada tienen un comportamiento problemático. Consiste en un conjunto de disfunciones del desarrollo del sistema nervioso central que hacen que el niño tenga dificultades escolares, sociales, de adaptación y del desarrollo de su personalidad. No es una enfermedad como tal, pero sí supone unas alteraciones del funcionamiento del sistema nervioso central que son más evidentes en las etapas del crecimiento del niño y del adolescente y que sino se tienen en cuenta al educar al niño pueden tener consecuencias graves en la adolescencia y vida adulta. La expresión básica del trastorno, que hace el diagnóstico, consiste en un exceso de actividad y una menor capacidad de atención y concentración que la correspondiente a la edad del niño. La repercusión funcional, es decir, que haya un impacto negativo en el funcionamiento del niño, define el trastorno, En general, si un niño presenta varios problemas psiquiátricos, se debe diagnosticar el más importante y aludir a los otros como síntomas asociados y no pensar y diagnosticar que el niño tiene varios trastornos Hace las cosas mal porque es un vago Es cierto que en situaciones altamente motivantes los niños hiperactivos se pueden concentrar, al menos durante mas tiempo que en actividades que no les apetece nada. Esto no le ocurre solo a ello, sino a todas las personas. Lo que es propio de ellos es que, sin motivación, sin el suficiente nivel de alerta, son incapaces de rendir. Al no atender de forma continuada no se enteran de lo que hacen, y retiran el esfuerzo. O la retiran por adelantado ante la anticipación del fracaso. Pregúntese lo que haría en una situación en que la resolución de una tarea le resulta compleja y poco estimulante y piense que para el niño hiperactivo muchas de las tareas escolares son complejas y poco estimulantes. Antes de juzgar si es vago o no, pregúntese también qué hace el niño en otras situaciones de la vida en las que no tiene dificultad. ¿es un niño abúlico que quiere estar siempre tirado en el sofá, al que le da pereza coger la bici, hacer una excursión, etc.? ¿le motiva o no que le feliciten a sacar una buena nota? Quizá no es el esfuerzo, sino el esfuerzo estéril, sin resultados, el que le hace rechazar el estudio. Pregúntese qué tareas se le dan bien y procure que tenga la posibilidad de realizarlas con frecuencia. Hay que evitar caer en el circulo vicioso de mal rendimiento-clases particulares continuas-deberes toda la tarde mal rendimiento-rechazo al aprendizaje escolar. Intente que varias veces a la semana tenga actividades en las que le resulte fácil lograr buenos resultados, en las que se ponga en práctica su capacidad de esfuerzo, en las que se sienta reconfortado por verse capaz. Esto alimenta su autoestima y generará un estado de animo favorable. No caiga en el error de castigar sin actividades extraescolares que pueden ser la única fuente de sentimientos de competencia y logros, los malos resultados escolares. Se puede llegar a la situación en que el niño vea su vida reducida a aquella parcela para la que está más limitado. No va a aprender a concentrarse si se concentra con una pastilla La atención y la concentración precisan de un habito y un entrenamiento, como cualquier otra capacidad mental, como la memoria o el calculo mental. Sin embargo, si el potencial innato para la atención es inferior al resto de capacidades puede ser un obstáculo para el desarrollo general. Si el niño no se concentra lo suficiente, difícilmente va a poder practicar la lectura, las matemáticas y resto de capacidades que también precisan de un entrenamiento y práctica constantes para su aprendizaje. La medicación permite que la intención deje de ser un problema para el aprendizaje general, y permite preservar en la tarea escolar de manera que se puedan ir entrenando todas las habilidades, incluida la propia concentración. La medicación no impide, sino que facilita el entrenamiento en atención. Permite que el niño se mantenga suficiente tiempo en la tarea como para afrontar las dificultades, buscar soluciones, preservar y llegar a conseguir completar adecuadamente los ejercicios que se le presenten. Si duerme bien, no puede tener TDAH Los problemas de sueño no tienen nada que ver con el TDAH. Sin embargo, es frecuente que los niños con TDAH necesiten dormir menos horas que la mayoría de los niños, estando a pesar de ello descansados por el día. Algunos se acuestan siempre muy tarde, porque no tienen sueño antes y otros se levantan muy temprano sistemáticamente. Solo unos pocos tienen problemas de insomnio importantes y los padres recuerdan con horror los primeros años en que su hijo apenas durmió. Sin embargo, la mayoría duermen bien Se va a acostumbrar a la medicación La medicación especifica para el TDAH no provoca tolerancia. Tolerancia es un término técnico que significa que la medicación pierde efecto con el tiempo, que para conseguir el mismo efecto de una medicación hay que aumentar las dosis cada cierto tiempo. Los psicoestimulantes no tienen este efecto.

Rompiendo mitos sobre el TDAH en la infancia Leer más »

TREVA: Un Camino hacia el Autoconocimiento y la Relajación en la Escuela

El programa TREVA (Técnicas de Relajación Vivencial Aplicadas al Aula) fue creado a finales del siglo pasado por Luis López-González quien dada su formación e inquietud por la corporalidad, la espiritualidad, la meditación y el arte, estudió y practicó numerosos métodos y técnicas. Su trabajo de campo e investigación teórica se inició en 1985, dentro del ámbito científico de la relajación, que incluía tanto la meditación como el yoga y en el que todavía apenas se hacía referencia a mindfulness. El precursor de TREVA, entonces profesor de Educación física y de Música se propuso extender al resto de la comunidad educativa los beneficios que las técnicas de relajación y meditación aportaban al alumnado. Ante la inexistencia de algún programa científico de relajación y meditación en el ámbito pedagógico este profesor decidió diseñar uno que sería validado científicamente mediante una tesis doctoral en 2010. TREVA es un programa que colabora con el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona y cuya finalidad es llevar a las aulas la relajación, la meditación y mindfulness (REMIND) con rigor y sencillez. Si bien TREVA surgió por necesidad de un recurso psicopedagógico durante la época del malestar docente y de la irrupción de la mente zapping, el programa fue convirtiéndose poco a poco en uno de los elementos más importantes de la innovación psicopedagógica española integrando los avances neurocientíficos. En la actualidad es un referente en la docencia y la investigación de mindfulness en el ámbito educativo español. TREVA reivindica el lugar específico que REMIND debe ocupar en el currículo educativo. Para ello, TREVA cuenta con un despliegue de objetivos, contenidos y competencias desde el parvulario hasta el bachillerato. Límites y fronteras del programa Dos de los aspectos a veces olvidados en el abordaje de mindfulness en el ámbito educativo son el legal y el ético. Por eso, el programa TREVA definió desde sus comienzos cuatro límites de los cuales pretendió desmarcarse por responsabilidad y claridad: No se trata de nada que implique estados hipnóticos ni pre hipnóticos, a pesar de que en múltiples ocasiones requiera cerrar los ojos y cierta inducción a la sugestión en algunos ejercicios, por ejemplo la visualización, pero la hipnosis es otra cosa El programa trasciende la mera relajación muscular, propia del deporte o del streching (estiramientos) Si bien TREVA bebió personalmente por parte de su precursor de fuentes espirituales y hoy día se va aceptando este constructo lentamente en la escuela este programa es totalmente laico y se desmarca de todo proselitismo e identificación con alguna tradición concreta. El programa TREVA se ofrece, en clave espiritual y/o confesional, sea cual sea el credo de la escuela Aunque en si mismo mindfulness sea terapéutico, la labor docente en la escuela no es ésa y puesto que son los profesores quienes lo trasmiten al alumnado, se estimó oportuno dejar claro que no se hace terapia cuando se aplica TREVA. Objetivos del programa Los objetivos generales del programa son cuatro: Mejorar el rendimiento académico Mejorar la salud Educar la interioridad Mejorar la convivencia Estos se despliegan en una serie de objetivos específicos: Mejorar la competencia en relajación, meditación y mindfulness Mejorar la atención y la concentración Desarrollar las inteligencias emocional y espiritual Facilitar la tarea docente Mejorar el clima del aula y del centro Integrar la experiencia del alumno en el aprendizaje Disminuir el estrés escolar de profesores y alumnos Profundizar en el autoconocimiento y la relación con uno mismo Destinatarios del programa TREVA El programa TREVA tuvo desde el principio una clara intención de ser implantado en toda la comunidad educativa, es decir: profesorado, alumnado, especialista, familias, y resto de personal. Es el primer programa a nivel mundial que se planteó llevar la relajación-mindfulness a las aulas de la mano de los docentes en sus clases y no por parte de expertos cualificados ajenos a la comunidad educativa, lo cual constituye uno de sus sellos característicos y por el que se le suele diferenciar. Características especificas del programa TREVA TREVA es un programa humanista, laico, flexible-adaptativo, creativo, interdisciplinar y transversal que integra cualquier tipo de ideario y creencias. Se trata de un proyecto abierto, por lo que se adapta a cada realidad educativa; incluso permite que el centro ponga nombre al programa, por lo que no se trata de repetir una serie de ejercicios una cantidad determinada de veces y de la misma manera. Ello conlleva la necesidad de integrar una metodología cuantitiva-cualitativa con variedad de instrumentos, pero que no se resume a un pre-post. Por eso TREVA se basa en la investigación-acción como metodología de base Por otro lado, cabe destacar que este programa enfoca la intervención en diferentes niveles de actuación y no solo en el curricular. Si bien los docentes diseñan su propia lesson study como eje básico de su docencia de REMIND, a partir de la formación recibida y con la ayuda de los materiales específicos de TREVA, el programa persigue una transformación metodológica; llegar a las actividades extraescolares, establecer una serie de rutinas diarias, realizar cambios logísticos y pedir la implicación de sus familias.     (Información extraída de Bienestar emocional y mindfulness en la educación / Javier García-Campayo, Marcelo Demarzo, Marta Modrego Alarcón, coords., 2017)  

TREVA: Un Camino hacia el Autoconocimiento y la Relajación en la Escuela Leer más »