¿Por qué se produce y cómo se identifica el estreñimiento en personas mayores?

El estreñimiento es la expulsión de heces escasas, duras y secas, o su ausencia durante cierto tiempo. En los últimos años está aumentando la incidencia del estreñimiento en la población especialmente en la gente mayor, por lo que es frecuente el abuso de laxantes, que suponen un alivio inmediato, pero a la larga producen un agravamiento del problema.

Por eso es importante saber identificar este problema, así como conocer el ritmo intestinal de cada individuo antes de hacer el diagnóstico de estreñimiento, ya que hay personas que su ritmo intestinal les hace defecar dos veces al día y otras personas, escasas ocasiones a lo largo de la semana. No tener que ser lo normal para todas las personas realizar una deposición al día.

¿Por qué se produce?

En la persona mayor los principales factores que predisponen al estreñimiento son:

  • Disminución de la actividad física o la inamovilidad, que producen una debilidad progresiva de los músculos, entre otros, los músculos que intervienen en la defecación.
  • Alteraciones de la dieta relacionadas con una disminución en la ingestión de líquidos y fibras. El aporte de líquido insuficiente contribuye a la formación de heces más duras y secas, que producen una mayor dificultad en su expulsión. Además, si se les une una ingestión pobre en fibras no se produce el adecuado arrastre de la materia fecal. También producen estreñimiento cambios en la dieta habitual del individuo, como puede ser la instauración de un nuevo régimen alimentario.
  • Hábitos irregulares intestinales: cuando no se responde al deseo de defecar, se producen heces más duras y la necesidad de defecar se hace cada vez más débil.
  • Uso habitual de laxantes y enemas: implican un aumento progresivo de la dosis y la frecuencia para conseguir el mismo efecto.
  • Cambios en el medio ambiente: falta de intimidad necesaria en el momento de realizar la deposición y cambios en la actividad diaria que produzcan, por ejemplo, una menor disponibilidad de tiempo
  • Trastornos del aparato digestivo y otras enfermedades como estrés, depresión y más frecuentemente en el anciano, las demencias, que producen una disminución de la respuesta a la necesidad de defecar o incluso producen que no se responda a tal necesidad. También se favorece el estreñimiento con cierto tipo de fármacos.
  • Edad: aunque con el envejecimiento se producen cambios en el aparato digestivo n oes causa por sí misma del estreñimiento.

¿Cómo se identifica?

Se caracteriza por:

  • Poca frecuencia de las deposiciones
  • Heces duras y secas
  • Esfuerzo a la hora de hacer la deposición
  • Defecación dolorosa
  • Sensación de plenitud
  • Disminución del apetito

¿Qué se puede hacer?

Realizar ejercicios de fortalecimiento abdominal. Debe pasearse como mínimo una hora diaria. Si es posible, se recomienda practicar la natación, porque favorece la movilidad, ayuda a la evacuación y fortalece la musculatura.

Es necesaria la realización de contracciones isométricas, pudiendo realizarse dos tipos de ejercicios:

  • El anciano se colocará tumbado mirando hacia arriba y procederá a contraer los músculos abdominales tirando de ellos hacia dentro. Debe mantenerse esta posición un máximo de 10 segundos y luego relajarse. Deben repetirse de 5 a 10 veces al día, según el estado del enfermo.
  • Permaneciendo en la misma posición, se contraerán los músculos del muslo durante diez segundos, de cinco a diez veces, cuatro series al día

Consumir elementos que eviten el estreñimiento. Son recomendables los alimentos ricos en fibra: salvado, frutas, frutos secos, legumbres, tubérculos, cereales y pan. Ingestión de al menos dos litros de líquido al día, sin contar el té o el café. Es recomendable un vaso de limonada caliente y a ser posible 30 minutos antes del desayuno 90 ml de zumo de ciruela pasa caliente, a la que se le puede añadir nuez moscada o canela. No es bueno abusar de alimentos pobres en residuos como el arroz, huevos  y carne, ya que su movimiento por el intestino es más lento.

Establecer un hábito diario de eliminación. Con ello se estimula la regularidad intestinal, como por ejemplo acudiendo al baño cinco o diez minutos después del desayuno. Además puede acompañarse con una bebida caliente que favorezca la motilidad intestinal.

Hay que evitar la urgencia para defecar, por ejemplo, debe procurarse el uso de retretes públicos cuando sea necesario y no esperar a llegar a casa.

Evitar los laxantes. En muchas ocasiones no es lo más adecuado la utilización de laxantes porque son fármacos que inducen la defecación, pero a largo plazo inducen a un estreñimiento crónico. Con una buena posición y otras medidas preventivas no tiene porqué ser necesario la utilización de medidas farmacológicas

En algunos casos, el estreñimiento puede resultar peligroso. En una cirugía abdominal o perianal reciente, el sobreesfuerzo en la defecación puede hacer que se suelten los puntos. Además, el esfuerzo al contener la respiración en personas con deterioro cardiaco, cerebral o respiratorio puede desencadenar agravamiento de sus enfermedades previas. De aquí la importancia de una buena prevención.

Posición adecuada: la persona se mantendrá erguida, con los pies apoyados en el suelo, las rodillas y caderas flexionadas en posición de semicunclillas en la medida de lo posible. El movimiento de balanceo de la parte superior del cuerpo contribuirá a una eliminación más cómoda sin ejercer tanta fuerza en la zona abdominal.

En las personas encamadas es necesario el uso de cuña, colocándose la zona más estrecha hacia la espalda porque facilita una mejor colocación, sobre todo si el paciente no puede elevar las piernas.

Algunos consejos.

  • Facilitar en el domicilio luces pilotos nocturnas y/o barandillas para que el paciente pueda tener fácil acceso al cuarto de baño por la noche con menor riesgo de caídas
  • Prendas de vestir fáciles de quitar
  • Técnicas de relajación si la persona mayor se angustia fácilmente, como puede ser la realización de respiraciones profundas
  • Cuando la evacuación es dificultosa, hay que tranquilizarle explicándole que más tarde se puede volver a intentar
  • Evitar ruidos y estímulos externos a la hora de defecar
  • En personas dependientes, se debe procurar la mayor intimidad posible y mentalizarles que su situación es natural y no debe suponerles un problema. Hay que mantener su intimidad y procurarle todo el material necesario para que sea lo más autosuficiente posible: toalla, esponja, jabón, ropa interior limpia, servicio cercano y si no es posible, tener a mano la cuña u orinal.
  • Si el estreñimiento estás producido por una enfermedad o un fármaco, debe acudir a su médico para que le indique el tratamiento adecuado.

 

 

(Información extraída de Guía de cuidados de personas mayores / Andrés Pérez Melero (editor); [autores Álvaro Noguera Macarena… et al.], 1999)

 

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