Patrones de las fases del sueño

La cantidad de sueño de fases 3 y 4 y sueño REM en personas de sueño normal parece disminuir a medida que aumenta la edad. La cantidad real de sueño de onda lenta se identifica depende del criterio de amplitud utilizado. Cuanto menor sea la amplitud exigida, una porción mayor de sueño se considerará como sueño de onda lenta. Por ejemplo, si se exige una amplitud mínima de 50 micro voltios, los adultos jóvenes normales permanecen al 22% del tiempo que duermen en sueño de onda lenta, mientras que en los durmientes normales de edad avanzada tienen el 12%. En otros estudios que utilizaba un criterio de amplitud inferior, los individuos de 3 a 29 años permanecían el 19-23% del periodo de registro en sueño de onda lenta. Esta cantidad disminuía en los sujetos de los cinco siguientes grupos de edad (de 30 a 79 años) hasta el 13, 10,8. 5 y 6% respectivamente. Webb quien eliminó la amplitud en sus criterios de puntuación, observó una media del 21% de sueño de onda lenta en una muestra de adulto jóvenes normales, mientras que los sujetos de 50-60 años tenían un 20% de sueño de onda lenta.

El porcentaje de sueño REM también cambia con la edad. En niños de 3 a 5 años se halló que el 30% de su sueño nocturno corresponde a sueño REM. Este porcentaje disminuye al 28% entre los 6 y los 9 años y al 26% entre los 10 y los 29 años. Durante los siguientes 20 años, el sueño REM se mantiene un 25% para luego disminuir al 22% entre los 50 y 69 años. A partir de los 70 años, solo el 18% corresponde a la fase REM. Así, el sueño REM disminuye con la edad, sobre todo durante las tres primeras décadas de la vida. Algunos investigadores han considerado que la disminución del sueño REM refleja tanto cambios normales relacionados con la edad, como cambios patológicos en la integridad funcional del cerebro independientes de la edad. Se ha descubierto que el sueño REM es un índice fisiológico del grado de deterioro intelectual. Se han observado correlaciones significativas entre el sueño REM y el funcionamiento cognitivo medido por test en pacientes con síndrome orgánico cerebral o retraso mental, así como en individuos normales de edad avanzada.

La cantidad de sueño de fase 1 o somnolencia parece aumentar progresivamente a medida que se avanza en la edad. Los niños pequeños permanecen el 2% de su sueño nocturno en esa fase, cantidad que aumenta hasta más del 6% en personas mayores y por encima del 8% en ancianos.

Existen pocas coincidencias entre los estudios que comparan los porcentajes de las fases del sueño en sujetos de control y en insomnes. En dos estudios, los individuos que dormían poco tenían un porcentaje menos de sueño REM que los controles aunque presentaban el mismo número de periodos REM. En otro estudio, los insomnes tenían un porcentaje más alto de sueño de fase 4 que los sujetos de control, mientras que en otros tres estudios tenían porcentajes más bajos. Por último, se observa que los insomnes y los individuos normales tienen porcentajes similares en las fases del sueño. Aunque el porcentaje de sueño REM    no difería significativamente entre los dos grupos, los insomnes mostraban una mayor variabilidad de una noche a otra en esta fase del sueño.

Dos estudios analizaron la relación entre los insomnes y los normales utilizando la técnica multivariada de análisis discriminativo que evalúa múltiples variables. Ambos estudios consiguieron clarificar correctamente a los insomnes  y a los normales, incluyendo medidas de la eficacia del sueño y de las fases del sueño. En cuanto a las fases del sueño, en los dos estudios se observó que solo las variables relacionadas con la fase REM eran útiles en la discriminación entre los dos grupos. En uno de los estudios, eran útiles en la discriminación entre los dos grupos. En uno de los estudios, los insomnes se diferenciaban de los sujetos normales por tener menos minutos en total pero, sin embargo, un mayor porcentaje de sueño REM. En el otro estudio el sueño de los insomnes se caracterizaba por tener la fase REM mas fragmentada y por aparecer en mayor proporción al principio de la noche.

 

(Información extraída de Evaluación y tratamiento del insomnio / Anthony Kales, M. D., Joyce D. Kales, M. D., 1991)

 

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