¿Cómo puede uno resistir el acoso sexual?

La responsabilidad del acoso sexual siempre recae en el perpetrador y en la organización que permite que el acoso sexual tenga lugar, no en la persona que es objeto del acoso

  1. Transmite una actitud profesional. El acoso es a menudo frenado de repente respondiendo al acosador con una actitud profesional
  2. Desanima la conducta acosadora y anima la conducta apropiada. El acoso también puede pararse de repente moldeando la conducta del acosador. Tus reacciones ante el acosador pueden animar la conducta profesional y desanimar los flirteos o la conducta sugerente. Si el profesor acosador sugiere que regreses después de las clases para revisar tu trabajo sin que seáis molestados, establece los límites con seguridad. Dile al profesor que te sentirás mas a gusto discutiendo tu trabajo durante el horario lectivo. Mantente en tu objetivo. Cíñete a los temas que tratáis. El acosador debería entender rápidamente el mensaje de que insistes en mantener una relación profesional. Si el acosador insiste, no te culpes. Eres responsable solo de tus propias acciones. Cuando el acosador insiste, puede ser apropiada una respuesta más directa: “Profesor, querría mantener nuestra relación sobre una base estrictamente profesional, ok?”
  3. Evitar estar a solas con el acosador. Si estas siendo acosado por tu profesor pero necesitas alguna orientación sobre la preparación de tu trabajo, acércate a él o ella después de clase, cuando otros estudiantes están alrededor, no en privado, durante las horas de tutoría. También puedes ir acompañado de un amigo que espere fuera del despacho mientras consultas al profesor.
  4. Guarda un registro. Haz un registro de todos los incidentes de acoso para utilizarlo como documentación en el caso de que decidas hacer una denuncia oficial. El registro debería incluir lo siguiente:
    1. Donde tuvo lugar el incidente
    2. La fecha y la hora
    3. Lo que ocurrió, incluyendo las palabras exactos que se pronunciaron, si puedes recordarlas
    4. Como te sentiste
    5. Los nombres de los testigos
  5. Habla con el acosador. Puede ser incomodo tratar el asunto directamente con el acosador, pero hacerlo coloca al ofensor sobre la noticia de que eres consciente del acoso y quieres pararlo. Puede resultar de ayuda enmarcar tu enfoque en términos de una descripción de las acciones ofensivas especificas, tus sentimientos sobre la conducta ofensiva y lo que tu querrías que hiciera el ofensor. Tener una charla con el acosador puede ponerle freno. Si el acosador niega las acusaciones, puede ser necesario llegar más lejos de las acciones.
  6. Escribe una carta al acosador. Anota en un papel un registro de la conducta ofensiva y pon en conocimiento del acosador que el acoso debe parar. Tu carta podría:
    1. Describir lo que ocurrió
    2. Describir cómo te sientes
    3. Describir lo que te gustaría que hiciera el acosador (Quiero que dejes de hacer comentarios sexistas sobre mi)
  7. Busca apoyo. El apoyo de personas en las que confías puede ayudarte a través del proceso de resistir el acoso sexual. Hablar con otros te permite expresar tus sentimientos y recibir apoyo emocional, estimulo y consejo. Además, puede reforzar tu causa si tienes la oportunidad de identificar y hablar con otras personas que han sido acosadas por el ofensor.
  8. Pon una denuncia. La ley exige a las empresas y organizaciones que respondan de manera razonable de las denuncias de acoso sexual. En las empresas grandes, se designa un funcionario para que se haga carga de estas quejas. Organiza una cita con este funcionario para discutir tus experiencias. Consúltale sobre los procedimientos de reivindicación en la organización y sobre tu derecho a la confidencialidad. Pon a su disposición, el registro de las fechas de los incidentes, lo que ocurrió, cómo te sentiste por ello, etc.
  9. Busca soluciones legales. El acoso sexual es ilegal y perseguible. Si estás considerando acciones legales, consulta a un abogado que esté familiarizado con estos casos. Puedes tener derecho a recibir las pagas atrasadas a que se te restaure tu empleo y a daños y perjuicios.

Es necesario preguntarse qué podemos hacer todos para moldear la sociedad de manera que el sexo no se utilice mas como instrumento de poder, coacción y violencia.

 

(Información extraída de Sexualidad humana / Spencer A. Rathus, Jeffrey S. Nevid, Lois Fichner-Rathus; traducción, Roberto Leal Ortega; revisión técnica, prologo y adaptación, Félix López, 2005)

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