¿Cómo debe actuar profesorado ante incidente agresivo en el aula?

Con frecuencia, los profesores de un colectivo, ante un mismo incidente agresivo, opinan de muy diferentes maneras, configurando un amplio abanico de respuestas; así, nos encontramos con un pequeño grupo que rara vez lo califica de problemático; otros, incluso apuntan que una dosis de agresividad entre los escolares es necesaria para formar adultos capaces de “hacerse” con el mundo social en que vivimos y por el contrario, los hay que asumen gran parte de responsabilidad en estas situaciones y les atribuyen una gran dosis de gravedad.

Para aproximarnos a las creencias del profesorado, podemos de manera informal, recabar su opinión sobre las situaciones bullying en su centro educativo, si cree que se dan y en qué medida, si perciben que son frecuentes y qué formas suelen adoptar, etc. Además, solicitar qué respuestas sugieren como posibles estrategias para su detección e intervención en su caso.

Para promover la reflexión se pueden utilizar algunas encuestas, como la del texto Conductas agresivas en la edad escolar (Cerezo, 1997). Se trata, de proporcionar algún tipo de ayuda que permita la reflexión del colectivo de profesores, en primer lugar con carácter individual y después fomentar la puesta en común y el debate en grupo.

La finalidad de estas reflexiones en grupo es conseguir que todos expresen su opinión y que traten de aunar criterios hasta llegar a una definición operativa y valida común para todo el profesorado.

Dan Olweus, en su trabajo titulado Bullying at school (1993) publicado en castellano bajo el titulo Conductas de acoso y amenaza entre escolares en 1998, propone una guía para la identificación de posibles víctimas y bullies en el marco escolar.

Posibles indicadores para identificar al alumno victima

Primaria:

  • son llamados por motes, ridiculizados, intimidados, degradados, dominados
  • se ríen de ellos de forma poco amigable
  • sufren agresiones fiscas de las que no pueden defenderse
  • se involucran en peleas donde se encuentran indefensos
  • su material suele presentar deterioro provocado y pierden con frecuencia pertenencias de manera inopinada
  • presentan arañazos y otras muestras evidentes de lesión física

Secundaria:

  • están a menudo solos y excluidos del grupo
  • son los peores en los juegos o trabajos en grupo
  • tienen dificultad para hablar en clase y dan la impresión de ser inseguros
  • aparece depresión, infelicidad, distracción
  • muestran un gradual deterioro del interés por el trabajo del colegio

Algunas características generales de los posibles victimas

  • físicamente débiles
  • preocupados por ser heridos; inefectivos al realizar actividades físicas; poca coordinación física
  • son sensibles, callados, pasivos, sumisos y tímidos; lloran con facilidad
  • presentan dificultades de asertividad
  • se relacionan mejor con quienes son menores que ellos
  • normalmente tienen un nivel académico bajo

Victimas provocativas

Normalmente son chicos con patrones agresivos de respuesta:

  • presentan un temperamento fuerte y pueden responder violentamente cuando son atacados o insultados
  • suelen ser hiperactivos y tienen dificultades de atención y concentración
  • con frecuencia provocan situaciones tensas
  • suelen ser despreciados por los adultos, incluido el profesor
  • a veces intentan agredir a los estudiantes débiles

También podemos recurrir a pequeños cuestionarios sobre indicadores de maltrato infantil en los centros escolares, como el que recoge el Protocolo de Actuación ante el menor maltratado que presenta el Servicio del Menor. Entre ellos factores a considerar incluye indicadores comportamentales o emocionales como los siguientes:

  1. Persistente asistencia irregular o faltas a clase
  2. Muestra temor al salir de clase y vuelve solo a casa en edad inadecuada
  3. No se integra o es rechazado por sus compañeros aduciendo elementos de su aspecto físicos
  4. En ocasiones, se muestra agresivo sin motivo aparente
  5. Descuida el material escolar
  6. Parece triste, ensimismado, aislado
  7. Presenta cambios frecuentes y bruscos en su estado de animo
  8. Sufre miedo o fobias sin explicación aparente
  9. Muestra conductas regresivas: descontrol de esfínteres, trastornos alimentarios, de sueño, etc.

Desde el otro lado, cabe observar el comportamiento de aquellos alumnos que muestran cierta propensión a agredir. Es evidente que la edad del agresor será un factor importante a considerar, pero la conducta violenta contra personas o propiedades, la mentira, el robo y la desobediencia, aunque puede conceptuarse de manera diferente en función de la edad del adulto, siempre deberían considerarse antisociales ocurran cuando ocurran.

La amplitud de situaciones que podemos calificar en actos antisociales unida a la varianza que introduce el factor redad, añaden dificultad para definir las conductas agresivas e identificar a los alumnos agresores. Aun así, algunas características pueden ayudaros a su definición.

En primer lugar, la frecuencia y la intensidad de las conductas. Si un determinado comportamiento es infrecuente en el repertorio de un alumno y no conduce a daños ni lesiones, facilita que disminuya su significación para los adultos, es decir, no se le dará importancia y por tanto no se calificará de agresión. Así pues, la frecuencia y las consecuencias de la conducta son características que contribuyen a que un comportamiento se identifique como problemático o no. La identificación también depende de la gravedad de los hechos. Así, dar un empujón a un compañero podría considerarse dentro de una categoría de agresividad baja, mientras que atacar a un compañero con un arma podría ser una forma más severa de conducta agresiva. Llega un momento en que es probable que una diferencia cuantitativa pase a tener una consideración cualitativa, es decir, que en un determinado momento deja de ser considerada como leve y pasa a ser considerada grave. En el caso de la conducta agresiva, esto suele ocurrir cuando resulta peligrosa, frecuente y se torna ingobernable. Algunos indicadores que pueden alterarnos ante un posible alumno agresor:

Posibles indicadores para identificar al alumno bully

  • Agreden, intimidan, ponen motes, ridiculizan, golpean, empujan, dañan las pertenencias de otros estudiantes, etc. Dirigen sus agresiones a estudiantes débiles e indefensos. Pueden tener seguidores que realizan el trabajo sucio mientras ellos organizan
  • El bullying entre las chicas es menos visible y mas rebuscado; se dedican a expandir rumores y a manipular las relaciones entre amigos en la clase

Algunas características especificas del alumno bully

  • Físicamente fuertes, mas mayores o de igual edad
  • Necesitan dominar, tener poder y sentirse superiores
  • Con fuerte temperamento, fácilmente enojables, impulsivos y con una baja tolerancia a la frustración
  • Generalmente opuestos, desafiantes y agresivos hacia los adultos
  • Son vistos como si fueran malvados, duros y como si mostrasen poca simpatía hacia sus victimas
  • No son ansiosos ni inseguros, suelen tener la autoestima alta
  • Participan tempranamente en otros comportamientos antisociales
  • Pueden presentar mucha o poca popularidad entre sus compañeros, pero solo les soportan unos pocos; son más populares en primaria que en secundaria
  • Cuando llegan a cursos elevados, suelen mostrar una actitud negativa hacia la escuela

(Información extraída de La violencia en las aulas: análisis y propuestas de intervención / Fuensanta Cerezo Ramírez, 2001)

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