Causas de la incontinencia urinaria

Las causas de los escapes de orina pueden ser múltiples y muy variadas, cabiendo la posibilidad de que el fallo radique en más de un órgano o sistema. Las causas más habituales se engloban en sencillas y más complejas

Causas transitorias

Con bastante frecuencia el origen de la incontinencia de orina no radica en una lesión del aparato urinario, sino que las pérdidas de orina se deben a problemas médicos generales (Diabetes, infección, alteración renal, estreñimiento, etc.) a problemas con la movilidad (lentitud para desplazarse, inestabilidad para la marcha, etc.) o al uso de medicamentos (Diuréticos, sedantes), que por un mecanismo u otro pueden provocar las pérdidas de orina, pero sin que el aparato urinario esté afectado.

La gran mayoría de estas causas sencillas van a poder ser descubiertas por su médico habitual a través de la historia clínica y unos análisis básicos, sin precisar pruebas sofisticadas

Causas permanentes

En cambio, otras veces no es tan fácil descubrir alguna causa “sencilla” y será necesario acudir a otros especialistas (urólogo, ginecólogo) para realizar unas pruebas más complejas y poder saber así por qué mecanismo se le escapa la orina.

Es posible conocer casi todos los casos de incontinencia dónde radica el problema, gracias al desarrollo en los últimos años de técnicas sofisticadas (uro dinámicas) que permiten ver cómo se comporta la vejiga durante el acto de la micción (se reproduce mediante la introducción del suero salino en la vejiga a través de una sonda vesical) y comprobar así en qué escalón o fase de la micción está el fallo.

Esta técnica habitualmente se realiza en los grandes hospitales, precisando de un aparataje y equipo de especialista. Aunque le parezca muy difícil, no lo es, ni tampoco provoca graves molestias ni por supuesto supone ningún peligro para el enfermo.

Las causas que se descubren en las personas de edad con mayor frecuencia son: la obstrucción a la salida de la orina en la vejiga y/o uretra debida al crecimiento de la próstata, la pérdida de eficacia de los elementos de sujeción de la vejiga y la pérdida de control del cerebro sobre la vejiga.

En general, no resulta muy difícil ponerle el apellido a la incontinencia y una vez conocido su origen es posible utilizar unos tratamientos u otros.

(Información extraída de Lo suyo tiene solución los problemas de la incontinencia urinaria Carlos Verdejo Bravo, 1994)

 

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