¿Qué diferencia hay entre psicólogo y psiquiatra?

Uno de los aspectos más difíciles que se presentan a la hora de encontrar a un terapeuta o médico es saber dónde buscarlo. Un buen punto de partida es, en este sentido, el médico de familia, que probablemente conozca a psiquiatras, psicólogos y clínicas de la zona especializados en el tratamiento de la ansiedad.

También cabe la posibilidad de llamar a los hospitales y clínicas cercanas para ver si tienen programas y ofrecen TCC (Terapia Cognitivo Conductual) o medicación para el tratamiento de la ansiedad social. Internet también es una fuente de información sobre las alternativas de tratamiento con que cuenta en las proximidades de su lugar de residencia.

Otra forma de encontrar ayuda es conectar con una organización nacional que se ocupe de los problemas relacionados con la ansiedad o la TCC. La Anxiety Disorders Association of America, por ejemplo, proporciona información sobre opciones de tratamiento y grupos de autoayuda en los Estados Unidos y Canadá. La Association for Behavior and Cognitive Therapies es una organización profesional que también proporciona información sobre profesionales que tratan problemas relacionados con la ansiedad.

No tema a la hora de decidir el profesional con el que trabajar, formular las preguntas que considere oportunas. Conviene, antes de comprometerse, aclarar las siguientes cuestiones:

  • El tipo de tratamiento ofrecido. Si, por ejemplo, está interesado en un tratamiento psicológico, debe enterarse de si la persona tiene experiencia en proporcionar TCC para la ansiedad social y de desempeño.
  • El número de sesiones habitualmente recomendadas para tratar este problema sabiendo que, sin realizar una evaluación completa, esa estimación suele ser muy imprecisa. Lo más habitual es que basten entre diez y veinte sesiones.
  • La duración de las sesiones. Aunque lo más habitual sean sesiones de una hora, a veces son necesarios, para llevar a cabo las sesiones de exposición, periodos más largos.
  • La frecuencia de las sesiones. Lo más habitual, en este sentido, son las sesiones semanales.
  • El precio por sesión y el sistema de pago preferido ¿es flexible el precio?
  • La ubicación y el entorno ¿Se lleva a cabo el tratamiento en una consulta privada? ¿en un hospital? ¿en una clínica universitaria? ¿en una clínica comunitaria? ¿en un centro de investigación?
  • La accesibilidad del tratamiento grupal versus el tratamiento individual de la ansiedad social. Ambos enfoques probablemente funcionen
  • ¿Quién proporciona el tratamiento? ¿un psicólogo? ¿un psiquiatra? ¿un estudiante de psicología o un residente de psiquiatría? ¿Qué experiencia tiene la persona? ¿Dónde se ha formado? ¿es adecuadamente supervisado, en el caso de tratarse de un estudiante? ¿Qué experiencia tiene su supervisor? ¿Podría concertar, si la necesitara, una visita con el supervisor?

Tipos de profesionales

Si está interesado en recibir una terapia psicológica, como la TCC, su terapeuta puede ser un psicólogo, un médico, un trabajador social o un profesional procedente de una amplia variedad de sustratos. Conviene recordar que, independientemente de su formación, la mayoría de los clínicos no tienen gran experiencia en el uso de la TCC para el tratamiento de los trastornos relacionados con la ansiedad. Mucho más interesante que la titulación de la persona, es su familiaridad con el tratamiento de la ansiedad social utilizando los tratamientos cognitivos basados en la exposición. Y aunque esto sea mucho más fácil de encontrar en el caso de los psicólogos, también hay que decir que la formación en terapia cognitivo conductual está llegando cada vez más a otros profesionales.

Psicólogos. Los psicólogos especializados en los trastornos psicológicos suelen ser doctores en psicología clínica. La formación de un psicólogo suele incluir una diplomatura universitaria de cuatro años, seguida de cinco a ocho años adicionales. En algunos lugares, los practicantes con un master suelen considerarse también psicólogos mientras que, en otros, los clínicos con un máster se denominan de otro modo (como, por ejemplo, psicólogo asociado, psicoterapeuta, psicometría, etc.)

Psiquiatra. Un psiquiatra es un médico que, después de haber completado cuatro años de estudios en la facultad de medicina, se ha especializado en el tratamiento de los problemas de la salud mental. Habitualmente, esta especialidad incluye una residencia de cinco años y puede incluir también un entrenamiento adicional. Aunque los psiquiatras son más proclives que otros profesionales a ver y tratar la ansiedad desde una perspectiva biológica, sus programas de enseñanza cada vez tienen más en cuenta la formación en TCC. Las ventajas de ser tratado por un psiquiatra, en lugar de otro tipo de profesional, incluyen la posibilidad de obtener medicación además de otras formas de terapia y de ser evaluado por un médico especialmente cualificado en reconocer las condiciones médicas que puedan estar contribuyendo al problema.

Trabajador social. Los trabajadores sociales están entrenados para enfrentarse a problemas muy diversos, como ayudar a las personas a relacionarse mejor, resolver sus problemas personales y familiares y aprender a gestionar más adecuadamente las vicisitudes de la vida cotidiana. También pueden ayudar a enfrentarse mejor al estrés de un alojamiento inadecuado, el paro, la falta de habilidades sociales, los problemas económicos, la enfermedad o la incapacidad grave, el abuso de sustancias, el embarazo no deseado, etc. La mayoría de los trabajadores sociales se especializan y algunos acaban proporcionando psicoterapia en la práctica privada, un hospital o centro especializado. Aunque la TCC se halla habitualmente incluida en los programas de formación de los trabajadores sociales, los hay que, concluida su formación, siguen cursos de entrenamiento especializado en TCC.

Otras profesiones. Son muchos los profesionales que pueden formarse para proporcionar TCC u otras formas de psicoterapia. Entre ellos cabe destacar a los médicos de familia, las enfermeras, los terapeutas ocupacionales, los sacerdotes u otros líderes religiosos e incluso los psicoterapeutas sin titulación formal en un campo relacionado con la salud mental. Es más importante saber si el profesional en cuestión tiene experiencia, que, si se trata de una enfermera, un médico de familia, un psicólogo, un psiquiatra, un terapeuta ocupacional, un trabajador social o un estudiante de uno de estos campos.

¿Cuánto tiempo requiere el tratamiento? El tratamiento cognitivo conductual de la ansiedad social y de desempeño suele requerir entre diez y veinte sesiones. A veces la persona logra un importante avance pasadas tres o cuatro sesiones, especialmente en el caso de que el miedo sea leve. En otras ocasiones, el tratamiento puede durar meses o incluso años. Si la persona está siendo tratada con medicación se recomienda que siga con ella seis meses, un año o incluso más, antes de reducir gradualmente la dosis y acabar abandonándola. Si el síntoma reaparece, puede ser necesario retomar la medicación o intentar un abordaje diferente.

¿Son duraderos los efectos del tratamiento? Los efectos del TCC tienden a ser duraderos, aunque no por ello desaparezcan los días malos. Lo más probable es que, si abandona súbitamente la medicación, experimente el retorno de la ansiedad. Es aconsejable no auto medicarse y no modificar la dosis ni abandonar la medicación sin consultar para ello con el profesional que se lo haya recetado.

¿Se “curará” completamente? Un pequeño porcentaje de personas que tienen significativa ansiedad social son capaces de llegar a un punto en el que rara vez experimentan más ansiedad social. De manera parecida, existe un pequeño porcentaje de personas que no obtiene ningún beneficio de la TCC ni de la medicación. En la mayoría de los casos, sin embargo, el resultado del tratamiento se ubica en algún punto intermedio entre ambos extremos. Es realista esperar que el tratamiento adecuado conduzca a una significativa reducción de la tasa de ansiedad social, conductas de evitación y mejora de la vida cotidiana. Pero también es probable que haya algunas situaciones que todavía sean, al menos en cierta medida, generadoras de ansiedad. Este resultado no parece tan malo si uno recuerda que la mayoría de la gente experimenta, de vez en cuando, ansiedad social y de desempeño.

¿Qué puedo hacer si no le gusta su terapeuta o su médico? Aunque es poco realista esperar sentirse mejor pasadas unas pocas semanas, a las dos o tres sesiones ya sabrá si se encuentra cómodo con su terapeuta o su médico. Y, si no le complace el modo en que las cosas discurren, considere otras posibilidades. Entre las seis u ocho semanas después de empezar la TCC o la medicación, debe empezar a percibir cambios. Si, pasados dos meses, no advierte ningún cambio, debería hablar con su médico o terapeuta sobre las posibles razones de la falta de mejora y considerar otras alternativas.

 

(información extraída de Manual práctico para el tratamiento de la timidez y la ansiedad social / Martin M. Antony, Richard P. Swinson, 2014)

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