Causas del Síndrome de Asperger

La causa exacta del síndrome de Asperger se desconoce, pero no hay duda de que existe un componente genético. En el síndrome de Asperger se nos encuentran anomalías en las pruebas complementarias: análisis generales, metabólicos, genéticos, tomografías o resonancia magnética cerebral, encefalograma, etc. Por este motivo no está indicado practicarlas de forma indiscriminada y mucho menos pensado que nos van a confirmar o descartar el diagnóstico.

En los estudios de investigación en los que han aplicado técnica de imagen funcional se ha observado que el cerebro de las personas con Síndrome de Asperger funciona de forma distinta al de la población general, en concreto en tareas que valoran distintos aspectos de la inteligencia social, como el test de reconocimiento de caras.

La valoración del perfil cognitivo y conductual en los trastornos dentro del espectro del autismo ha llevado a plantear distintas teorías no excluyentes entre sí, para intentar explicar las deficiencias en su funcionamiento cerebral.

  • Teoría del pensamiento o de la mente
  • Funciones ejecutivas
  • Integración sensorial
  • Cerebro masculino
  • Hemisferio cerebral masculino
  • Teoría de las neuronas en espejo

Teoría del pensamiento o de la mente

Se refiere a la capacidad humana de percibir el pensamiento y las sensaciones de los demás. Sin darnos cuenta, con la expresión de la cara, los gestos y un sinfín de señales, nos hacemos una idea de si las personas que nos rodean están preocupadas, contentas, irritadas, etc. el significado de la teoría de la mente se podría resumir con esa frase tan común de “ponerse en el lugar o en la piel del otro”. Esta capacidad empieza a desarrollarse hacia el final del segundo año de vida y permite que el niño inicie el juego simbólico y la llamada “atención compartida”

En los trastornos dentro del espectro del autismo, la incapacidad para esta percepción condiciona su falta de reciprocidad social y de uso social del lenguaje. Mientras que en el autismo clásico esta capacidad puede ser casi absoluta, en el síndrome de Asperger existe la capacidad de percibir estas señales pero no interpretarlas correctamente. Cuando uno no es capaz de ponerse en el lugar del otro, las reacciones ajenas se convierten en incomprensible e imprevisibles. Si no se interpreta bien la expresión de tristeza o enojo de la persona que tenemos al lado, su reacción de enfado ante cualquier comentario inapropiado va a resultar del todo incomprensible y extraña. Es muy importante tener en cuenta este aspecto para comprender algunas de las conductas, intereses y reacciones de las personas con síndrome de Asperger, como por ejemplo su tendencia a leer textos que les aporta información concreta.

Los aspectos relacionados con la teoría de la mente no explican muchas de las características del funcionamiento cognitivo en el síndrome de Asperger

Funciones ejecutivas

Las funciones ejecutivas dependen de los lóbulos frontales y sus conexiones son las que están implicadas en funciones extremadamente importantes del comportamiento humano.

  • Capacidad de autocontrol
  • Flexibilidad
  • Inhibición de respuestas inadecuadas
  • Control emocional
  • Organización y planificación
  • Toma de decisiones complejas
  • Desarrollo de estrategias a medio y largo plazo
  • Motivación y atención

La importancia de estas funciones para el correcto desarrollo de la vida personal, social y profesional se refleja en la frase de Luria (1996) al describir los lóbulos frontales como el “órgano de la civilización”.

La disfunción ejecutiva explica muchas de las características que se dan en el síndrome de Asperger:

  • Rigidez para adaptarse a los cambios e improvisar sobre la marcha
  • Conductas repetitivas y obsesivas
  • Distracciones continuas
  • Falta de motivación
  • Dificultad para manejar el tiempo

Integración sensorial

Estamos rodeados de estímulos sensoriales, táctiles, visuales y auditivos, a los que constantemente debemos habituarnos. Los ruidos, el constante bombardeo de imágenes y el contacto físico con los objetos y las personas de nuestro entorno son ejemplos de estos estímulos, no siempre previsibles, a los que debemos responder de forma adecuada. Esta capacidad de integración y respuesta es lo que denominación capacidad de modulación sensorial.

Una alteración de la capacidad de modulación sensorial explica algunas conductas que se representan en los TEA, como la hipersensibilidad al ruido y la tendencia a evitar el contacto físico o a desviar la mirada. La hipersensibilidad al tacto puede ocasionar reacciones desproporcionadas cuando alguien les toca de forma inesperada o incluso el rechazo a determinados texturas en la ropa de vestir y en algunos alimentos

Cerebro masculino

A finales de la época de los años noventa, Baron Cohen, especialista de reconocido prestigio en el campo de los trastornos dentro del espectro del autismo, planteó una hipótesis atrevida según la cual la sintomatología autista seria la expresión extrema de las características del funcionamiento cerebral masculino. Se conocen sobradamente las diferencias innatas entre el funcionamiento cognitivo del cerebro masculino y femenino. La testosterona liberada por los testículos a partir de la octava semana de embarazo es la responsable de que en etapas muy precoces haya diferencias entre las reacciones de las niñas y de los niños. Así, las niñas recién nacidas reaccionan mas a los estímulos sociales como la voz y la expresión de la cara; los niños, en cambio, reaccionan más ante estímulos móviles. En edades posteriores es conocida la superioridad de los hombres en algunas habilidades espaciales, en la expresión mental de figuras en movimiento y en matemáticas de alta complejidad, entre otras. Las mujeres, en cambio, son superiores en habilidades lingüísticas, capacidad de juicio social y empatía, intuición y valoración de la globalidad.

Hemisferio cerebral derecho (HD)

La superioridad en el lenguaje formal, la memoria verbal y la ejecución de tareas secuenciales frente a las habilidades viso espaciales, la coordinación motriz, la integración sensorial no auditiva y la percepción social, apoya la teoría de la disfunción del hemisferio cerebral derecho en el síndrome de Asperger.

Los autores partidarios de esta hipótesis Rourte entre otros, defienden que esta característica radica en la diferencia entre en síndrome de asperger y el llamado autismo de alto funcionamiento (AAF). La superioridad en el lenguaje del síndrome de Asperger no se da en el autismo de alto funcionamiento, mientras que en este último, las habilidades manipulativas y visuales son superiores respecto a las lingüísticas.

Teoría de las neuronas “en espejo”

Se ha descubierto la existencia de un tipo de neuronas llamadas “en espejo” que parecen ser las responsables de la conducta de imitación que tan importantes son para el aprendizaje del niño en etapas precoces. Estas neuronas, además son la causa de que tengamos una tendencia a reproducir de forma instintiva algunos actos de la persona que tenemos delante ¿Quién no se ha sorprendido abriendo la boca al dar de comer a un bebé o mientras el pediatra le pide al niño que abra la boca para mirarle la garganta?

El descubrimiento de estas neuronas se produjo al observar en el mono que las regiones cerebrales que se activaban al realizar un determinando movimiento voluntario con la mano, eran exactamente las mismas que cuando el mono simplemente observaba ese movimiento realizado por la persona que tenía delante.

La teoría de las neuronas en espejo intenta explicar por qué los niños con trastornos dentro del espectro del autismo presentan dificultades para imitar conductas desde etapas muy precoces y plantea que ésta sea la base de la falta de desarrollo de la “teoría de la mente” que era la que nos permitía ponernos en la piel del otro.

(Información extraída de ¿Por qué me cuesta tanto aprender?: trastornos del aprendizaje / Anna Sans, 2008)

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