¿Por qué a veces siento que no soy yo?

El trastorno disociativo (TD) es una condición compleja que afecta a la percepción de uno mismo y de la realidad. Las personas que lo padecen pueden experimentar sensaciones de desconexión o despersonalización, lo que genera dificultades significativas en su vida cotidiana. En este artículo, exploraremos qué significa vivir con un trastorno disociativo y cómo impacta la conexión con la realidad.

¿Qué es el Trastorno Disociativo?

El trastorno disociativo es un trastorno mental que implica una desconexión de los pensamientos, emociones, recuerdos o sentido de identidad. Se puede presentar de diferentes maneras, siendo el trastorno de identidad disociativo (TID), conocido anteriormente como trastorno de personalidad múltiple, uno de los más conocidos. Otras formas incluyen la amnesia disociativa, la despersonalización y la desrealización.

En general, las personas con trastornos disociativos sienten como si estuvieran observando su vida desde fuera de su cuerpo o como si los eventos que experimentan no fueran reales. Estos episodios pueden ser cortos o durar más tiempo y son desencadenados por factores de estrés, trauma o una sobrecarga emocional.

¿Cómo se experimenta la desconexión de la realidad?

  1. Despersonalización: Las personas con trastorno disociativo a menudo se sienten desconectadas de su propio cuerpo. Pueden ver sus acciones como si fueran observadores externos, perdiendo la sensación de estar dentro de su propio ser.

  2. Derealización: Otro síntoma común es la sensación de que el mundo que los rodea no es real. Las personas pueden ver su entorno distorsionado, como si estuvieran en un sueño o una película, lo que les impide sentirse conectados con la realidad de su entorno.

  3. Amnesia Disociativa: En casos más graves, los afectados pueden olvidar eventos importantes de su vida, especialmente aquellos relacionados con el trauma o el estrés. Esta amnesia puede ir desde olvidar detalles cotidianos hasta experiencias importantes como una conversación o un evento significativo.

  4. Trastorno de Identidad Disociativo (TID): En casos extremos, el trastorno puede llevar a una fragmentación de la identidad, donde la persona experimenta cambios de personalidad y no recuerda acciones realizadas por “otras” partes de sí misma.

Causas y factores desencadenantes

El trastorno disociativo es a menudo el resultado de experiencias traumáticas o situaciones de abuso en la infancia, aunque también puede desarrollarse debido a eventos estresantes intensos en la vida de una persona. Las personas que han vivido situaciones de abuso físico, emocional o sexual pueden desarrollar mecanismos de defensa disociativos para hacer frente al sufrimiento y desconectarse del dolor.

Impacto en la vida diaria

Vivir con trastorno disociativo puede ser extremadamente confuso y debilitante. La desconexión de la realidad no solo afecta la percepción personal, sino que también puede interferir en las relaciones sociales, familiares y laborales. Las personas pueden sentirse alienadas de los demás y de sí mismas, lo que aumenta la sensación de soledad y desesperanza.

Además, la disociación puede ser un mecanismo de defensa que impide a la persona procesar emociones o recuerdos dolorosos, lo que perpetúa el ciclo de desconexión y ansiedad. Las personas con trastorno disociativo también pueden ser más vulnerables a la depresión, la ansiedad y otros trastornos mentales.

Tratamiento y manejo del trastorno disociativo

El tratamiento para el trastorno disociativo varía según el tipo y la gravedad del trastorno. Sin embargo, la psicoterapia es el pilar fundamental del tratamiento. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de integración del trauma son enfoques comunes para ayudar a las personas a procesar los eventos traumáticos que contribuyen al trastorno.

El objetivo del tratamiento es ayudar a la persona a reconectar con la realidad, comprender sus experiencias disociativas y aprender a lidiar con los desencadenantes de la disociación. En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos para tratar síntomas como la depresión o la ansiedad que a menudo acompañan al trastorno disociativo.

Vivir con esperanza

Aunque el trastorno disociativo puede ser un desafío, es importante recordar que, con el tratamiento adecuado, es posible recuperar el sentido de conexión con uno mismo y con el entorno. La clave está en aprender a reconocer los episodios disociativos, buscar apoyo profesional y rodearse de una red de apoyo.

La aceptación y el entendimiento son esenciales para quienes padecen el trastorno disociativo. La sociedad aún necesita sensibilizarse más sobre esta condición, para ofrecer el apoyo necesario a quienes luchan con ella. Con el enfoque adecuado, las personas con trastorno disociativo pueden aprender a reconstruir su sentido de identidad y su conexión con la realidad.

Reflexión final

El trastorno disociativo es una condición profundamente compleja, pero no define a la persona que lo padece. A través del entendimiento, la empatía y el tratamiento adecuado, es posible vivir una vida plena y conectada, superando los efectos de la disociación. Si tú o alguien cercano vive con esta condición, recuerda que hay esperanza y apoyo disponible en el camino hacia la recuperación.