Miedo, ansiedad y crecimiento personal: ¿cómo se conectan?

Del mismo modo que se conocen algunos de los estímulos más temidos por algunas especies, el ser humano se caracteriza por sentir más frecuentemente miedo “en”, “y” a situaciones concretas muy diversas variadas y amplias.

Según Alfonso Chinchilla Moreno, en su libro “Trastornos por ansiedad” cuando habla de los diferentes miedos humanos, de los cuales realiza una excelente revisión, nos encontramos con:

Miedos sociales: represión social, cultural, educativa, política, religiosa, etc.

Miedos familiares: problemas de los padres

Miedos personales: conflicto, fobias, etc.

Miedos biológicos: alteraciones del S.N.C. y otras

Miedos colectivos: guerras, catástrofes, etc.

Miedos por carencias: dinero, afecto, etc.

Miedos por insuficiencia: cultural, salud, etc.

Miedos por conflictos: inseguridad, dudas, etc.

También diferencia este autor los miedos en función del momento evolutivo

Miedo a la enfermedad y muerte

Engloba múltiples facetas de la aversión y el dolor, y se relaciona con el miedo a objetos cuyo significado tenga alguna relación con la posibilidad de que suceda alguno de esos dos acontecimientos. Así, si un alimento ha provocado gran malestar, será evitado de la misma forma que se evitarán los contagios o cualquier posibilidad de recibir daño. Engloba pues esta categoría multitud de miedos diversos relacionados con estos dos aspectos de la realidad

Miedo a los animales

Nos recuerda este miedo lo evolutivo. Está muy ejemplificado en los mitos y leyendas repletas de historias fantásticas de animales irreales y misteriosos, que matizan muy bien este tipo de miedo, muy relacionado con lo no conocido, como la muerte, lo fantástico y lo tenebroso y lo exagerado y desproporcionado

Miedo a los demás

Engloba este apartado aquel miedo acaso más intrínsecamente relacionado con lo remoto, primitivo y ancestral, pues remite al sentido gregario y grupal del ser humano que, del mismo modo que la manada animal, tiende a someterse al líder, aunque cuando reúne arrestos, lo que sucede con frecuencia, se opone a él.

Desde Darwin se conoce con gran exactitud la importancia de la selección natural en las especies, que defiende cómo sobreviven los más fuertes o astutos. No sería justo equiparar el hombre al animal, ni en estos ni en otros comportamientos. A pesar de todo, el hombre posee valores y coraje suficientes para imponerse a los dictados más misteriosos y profundos de la especie o al menos algunos hombres suficientemente educados ética y moralmente.

De cualquier modo, lo evidente es cómo los humanos somos influidos ENORMEMENTE por el comportamiento del otro, de los otros, más cuanto más diferencias de jerarquía, poder, saber u otras capacidades que se perciban como mas que, posean aquellos.

En relación con el miedo, los problemas que a lo largo del desarrollo del ser humano le generan los demás, son innumerables. Están relacionados con actuaciones sociales, que con frecuencia implican no solo un dominio-sumisión de uno o otros por otro u otros y que provocan sensaciones, sentimientos, actitudes y estilos de comportamientos inadaptativos claramente patológicos, también faltas de apoyo y refuerzo consistente con las actuaciones, que generan incompetencia y desanimo, seguridad y …miedo.

Desde las primeras interacciones del niño con su madre puede percibir que un gesto suyo mínimo tiene una respuesta: una sonrisa supone recibir otra, lo que según Seligman va a provocar con la repetición una mayor sensación de controlar el mundo que percibe.

Si esto no sucediera, el infante percibirá que su gesto no provoca ninguna consecuencia y sentiría inseguridad y temor Si además al sonreír o realizar cualquier otra petición recibe un castigo, entonces el miedo será mucho más intenso y mas patológico.

A lo largo del desarrollo, las situaciones por las que los seres humanos interaccionamos positiva, negativa o neutramente con los demás, van a posibilitar que seamos conscientes de nuestra eficacia en influir en nuestro entorno, contexto o situación, desde lo micro hasta lo macro ambiental, desde lo más concreto como puede ser el sonajero del infante hasta lo más abstracto como puede ser el elaborar un diseño para construir una complicada nave espacial.

Ese yo que consideramos tan nuestro, como si hubiera surgido por generación espontanea, en realidad ha ido elaborándose a partir de las experiencias de manipulación del mundo, a través de la asimilación y acomodación, tal y como nos recuerda Piaget el gran maestro de la psicología evolutiva.

En relación con el miedo, la timidez, fobias sociales, vergüenza, ridículo, ansiedad social en general, tienen su más probable causa en la dinámica histórica de las relaciones que cada uno de nosotros ha mantenido con los demás, acumulando éxitos o fracaso de una forma habitual y consistente. Con el matiz de que el éxito fácil y sin esfuerzo puede llevar también al miedo y al fracaso ante la menor dificultad y por el contrario, el fracaso total ha llevado de forma excepcional a algunos sujetos altamente resistentes y por ello afortunados, a tener grandes éxitos posteriores.

Lo que variará será la intensidad y cualidad, así como la frecuencia con la que lo percibimos y otorgamos. En funcione de estas tres variables podrían explicarse muchas de nuestras emociones y sensaciones.

 

(Información extraída de Un método científico para afrontar el miedo y la tristeza / Amado Ramírez Villafañez, 1995)

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