sanación emocional

¿Qué actividades pueden beneficiar a las personas con esquizofrenia?

La esquizofrenia es un trastorno mental complejo que afecta el pensamiento, las emociones y el comportamiento. Aunque cada persona experimenta este trastorno de manera única, es fundamental proporcionar actividades que ayuden a gestionar los síntomas y promover la salud mental. Estas actividades no solo mejoran el bienestar general, sino que también pueden favorecer la integración social, la autonomía y la estabilidad emocional. A continuación, te presentamos algunas actividades útiles para personas con esquizofrenia, diseñadas para reducir el estrés, mejorar la concentración y fomentar la interacción social. Ejercicio Físico El ejercicio es una de las mejores formas de reducir la ansiedad y la depresión, síntomas comunes en personas con esquizofrenia. La actividad física estimula la liberación de endorfinas, lo que genera una sensación de bienestar y reduce el estrés. Sugerencias: Caminatas diarias o paseos al aire libre. Yoga o Tai Chi: Estas actividades no solo son excelentes para la relajación, sino que también mejoran la flexibilidad y la concentración. Natación: La natación es un ejercicio suave pero eficaz para liberar tensiones y mejorar la salud mental. Terapia Creativa Las terapias creativas, como el arte y la música, pueden ser herramientas muy poderosas para mejorar la comunicación y la expresión emocional en personas con esquizofrenia. Sugerencias: Arte terapéutico: Pintar, dibujar o esculpir permite a las personas expresar sus emociones de manera no verbal, ayudando a reducir el aislamiento social y a gestionar el estrés. Música: Escuchar música o tocar instrumentos musicales puede mejorar el estado de ánimo y proporcionar una salida para las emociones reprimidas. Escritura: Escribir diarios o poesía puede ser una excelente forma de procesar pensamientos y emociones. Mindfulness y Meditación Las prácticas de mindfulness y meditación son efectivas para reducir la ansiedad y mejorar la concentración. Estas actividades ayudan a las personas a mantenerse en el presente y a manejar pensamientos intrusivos. Sugerencias: Ejercicios de respiración profunda y meditación guiada. Técnicas de relajación muscular progresiva, que ayudan a liberar tensiones acumuladas. Escuchar audios de meditación con sonidos relajantes. Tareas Cotidianas Involucrar a las personas con esquizofrenia en tareas cotidianas como cocinar, limpiar o hacer compras puede ser beneficioso para fomentar la autonomía, la autoestima y la sensación de logro. Sugerencias: Planificar y preparar comidas saludables juntos. Organizar la casa o realizar tareas de jardinería. Colaborar en actividades de voluntariado, lo que también promueve la socialización y la sensación de propósito. Juegos y Actividades Cognitivas Los juegos de mesa, los rompecabezas y las actividades que desafían al cerebro son útiles para mejorar las habilidades cognitivas y mantener la mente activa. Sugerencias: Juegos como el ajedrez, las cartas o los crucigramas son excelentes para estimular la mente y mejorar la concentración. Actividades de memoria y resolución de problemas, como juegos de lógica y Sudoku. Juegos en grupo, que fomentan la interacción social y la cooperación. Interacciones Sociales y Grupos de Apoyo Las interacciones sociales son esenciales para prevenir el aislamiento. Los grupos de apoyo o actividades grupales pueden proporcionar un entorno seguro donde compartir experiencias y sentirse comprendido. Sugerencias: Participar en grupos de apoyo para personas con esquizofrenia, donde se pueda compartir y aprender de experiencias comunes. Actividades sociales organizadas, como salidas al cine, teatro o cafeterías, que promuevan la integración social. Voluntariado en la comunidad, lo cual ofrece oportunidades de socialización mientras se realiza una actividad con propósito. Terapia Ocupacional La terapia ocupacional se centra en el desarrollo de habilidades para la vida diaria. A través de actividades estructuradas, se puede ayudar a las personas con esquizofrenia a mejorar su funcionalidad y autonomía. Sugerencias: Habilidades para la vida diaria: Enseñar y practicar actividades como manejar el dinero, organizar la rutina diaria o mejorar la higiene personal. Actividades recreativas como la jardinería, la carpintería o el crochet pueden ayudar a mejorar la motricidad fina y proporcionar un sentido de logro. Conclusión Las actividades para personas con esquizofrenia deben adaptarse a las necesidades individuales, y es importante combinar enfoques terapéuticos con actividades recreativas y sociales. Al proporcionar un entorno de apoyo y alentar la participación activa en diversas actividades, se puede mejorar la calidad de vida, reducir el estrés y promover una sensación de bienestar general. Sin duda, estas actividades pueden jugar un papel fundamental en el manejo de la esquizofrenia y en el proceso de recuperación.  

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¿Qué es la ciclotimia y cómo afecta tus emociones?

La ciclotimia o trastorno ciclotímico es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por cambios persistentes en el estado emocional de la persona. Aunque similar al trastorno bipolar, la ciclotimia tiene diferencias importantes que la hacen única, particularmente en cuanto a la intensidad y la duración de sus episodios. En este artículo, exploraremos qué es la ciclotimia, sus síntomas, diagnóstico, tratamiento y cómo afecta a quienes lo padecen. ¿Qué es la Ciclotimia? La ciclotimia se define como un trastorno en el que una persona experimenta fluctuaciones en su estado de ánimo entre períodos de hipomanía (una forma más leve de manía) y depresión leve. Estos cambios no son tan extremos ni tan duraderos como en el trastorno bipolar, pero son lo suficientemente significativos como para afectar el bienestar diario. Los episodios de hipomanía y depresión en la ciclotimia se alternan con periodos de estabilidad, aunque los cambios son más frecuentes y duraderos que los experimentados por personas sin este trastorno. A menudo, los síntomas de la ciclotimia pueden pasar desapercibidos debido a su naturaleza menos grave, lo que puede dificultar el diagnóstico. Síntomas de la Ciclotimia Los síntomas del trastorno ciclotímico incluyen fluctuaciones emocionales que pueden variar de una persona a otra. Sin embargo, los síntomas típicos incluyen: Episodios de hipomanía: Durante estos episodios, la persona puede sentirse especialmente energizada, optimista, inquieta o impulsiva. A pesar de ser más leves que los episodios maníacos del trastorno bipolar, los síntomas pueden interferir con la vida diaria. Episodios de depresión leve: Aunque no tan graves como la depresión mayor, las personas con ciclotimia pueden experimentar tristeza persistente, falta de motivación, baja energía, dificultad para concentrarse y pérdida de interés en actividades. Cambios frecuentes en el estado de ánimo: Las personas con ciclotimia experimentan estos cambios emocionales durante un período prolongado (al menos dos años en adultos o un año en adolescentes). Es importante destacar que, a diferencia del trastorno bipolar, los cambios en el estado de ánimo en la ciclotimia no son tan extremos ni interfieren tan gravemente con las actividades cotidianas. Causas de la Ciclotimia Aunque no se entienden completamente, las causas de la ciclotimia pueden incluir una combinación de factores genéticos, biológicos y ambientales: Genética: Las personas con antecedentes familiares de trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar o la depresión, tienen un mayor riesgo de desarrollar ciclotimia. Factores neurobiológicos: Alteraciones en el equilibrio químico del cerebro, especialmente en neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, pueden contribuir al trastorno. Estrés y trauma: Experiencias de vida estresantes, como pérdidas significativas o trauma temprano, pueden desencadenar o empeorar los síntomas. Diagnóstico y Tratamiento El diagnóstico de la ciclotimia generalmente requiere una evaluación clínica completa por parte de un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o psicólogo. Dado que los síntomas pueden ser más sutiles y menos graves que en otros trastornos del estado de ánimo, es importante un enfoque detallado y diferenciado para confirmar el diagnóstico. El tratamiento de la ciclotimia puede incluir: Terapia psicológica: La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una opción común que ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamientos que afectan su estado de ánimo. Medicación: Los estabilizadores del ánimo, como el litio, y en algunos casos, los antidepresivos, pueden ser utilizados para tratar las fluctuaciones del estado de ánimo. Sin embargo, los medicamentos deben ser cuidadosamente ajustados, ya que pueden tener efectos secundarios o empeorar los síntomas si no se administran correctamente. Psicoeducación y apoyo: Comprender el trastorno y tener una red de apoyo sólida (familia, amigos, grupos de apoyo) puede ser crucial para el manejo a largo plazo de la ciclotimia. Autocuidado y hábitos saludables: Mantener una rutina diaria estable, practicar técnicas de relajación como la meditación o el mindfulness, y llevar un estilo de vida saludable pueden ayudar a minimizar los episodios de fluctuación emocional. Impacto en la Vida Cotidiana Aunque los síntomas de la ciclotimia no son tan graves como en otros trastornos del estado de ánimo, las fluctuaciones emocionales pueden afectar la vida social, profesional y personal. Las personas con ciclotimia pueden enfrentar dificultades en las relaciones, en el trabajo o en la escuela debido a sus cambios impredecibles en el estado de ánimo. A menudo, la ciclotimia puede llevar a sentimientos de frustración, ya que las personas con el trastorno pueden sentir que sus cambios emocionales no son suficientemente graves como para buscar ayuda, pero sí lo son como para interferir en su bienestar. Es por ello que el apoyo emocional y la comprensión son esenciales. Conclusión La ciclotimia es un trastorno que afecta el equilibrio emocional de las personas, pero con el tratamiento adecuado, es posible manejar los síntomas y llevar una vida plena. Al igual que con otros trastornos del estado de ánimo, la intervención temprana y el apoyo constante pueden marcar una gran diferencia en la vida de quienes lo padecen. Si crees que puedes estar experimentando síntomas de ciclotimia, no dudes en buscar el consejo de un profesional de la salud mental para obtener un diagnóstico adecuado y explorar las opciones de tratamiento que mejor se adapten a tus necesidades.  

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¿Por qué es importante reconocer las etapas del duelo para sanar?

Las etapas del proceso duelo por las que una persona pasa tras la pérdida de un ser querido han sido descritas por muchos autores. Aquí se definen las cinco descritas por Elisabeth Kübler-Ross en su libro “Sobre la muerte y los moribundos (1969). Las etapas son las siguientes: La negación Consiste en el rechazo consciente o inconsciente de los hechos o la realidad de la situación. Este mecanismo de defensa busca amortiguar el shock que produce la nueva realidad para dejar solo entrar en nosotros el dolor que estamos preparados para soportar. Se trata de una respuesta temporal que nos paraliza y nos hace escondernos de los hechos. La frase que podría resumir la esencia de esta etapa es “esto no me puede estar pasando a mi”. En este primer momento, el mundo pierde sentido y nos abruma. Nos preguntamos cómo podemos seguir adelante. No es que estemos negando que la muerte o la pérdida se hayan producido sino que nos invade un sentimiento de incredulidad de que la persona que amamos no la veremos nunca más. Los sentimientos de esta etapa nos protegen brindando a nuestro cuerpo y mente un poco de tiempo para adaptarse a esta nueva realidad sin la persona fallecida. Luego el doliente comienza a sentirse como si lentamente estuviera despertando, recordando lo suceso progresivamente. La ira Si bien los sentimientos de enojo estarán presentes con distinta intensidad durante todo el proceso de duelo, es en esta etapa donde la ira toma el protagonismo dirigiéndose este enojo al ser querido fallecido, a nosotros mismos, a familiares, amigos, objetos inanimados e inclusive a personas extrañas. Se siente un resentimiento hacia la persona que nos ha dejado causando un inmenso dolor en nosotros, pero este enojo se vive con culpa haciéndonos sentir más enojados aun. La frase que podría contener la esencia de esta etapa es ¿Por qué yo? ¡No es justo! ¿Cómo puede sucederme eso a mí? Esta comprensión del por qué de las cosas puede ayudarte a encontrar cierta paz Puedes preguntarte ¿Dónde ha estado Dios cuando me sucedía esto? La psiquiatría Elisabeth Kübler-Ross, explica que es importante que los familiares y amigos del doliente dejen que éste exprese libremente su ira sin juzgarlo o reprenderlo ya que este enojo no solo es temporal sino que es necesario. Debajo de esta ira ilimitada se encuentra el dolor producido por esta pérdida. Si somos capaces de identificar esta ira y expresarla sin temores podremos comprender que ella es parte del proceso de curación. Para eso se pueden emplear diversos métodos de expresión como escribir una carta al ser fallecido para expresar tu enojo, establecer un dialogo imaginario con ellos para compartir tus sentimientos, hablar con un amigo o familiar, realizar ejercicios físicos o bien practicar la meditación como un camino para calmar y canalizar estas emociones abrumadoras. La negociación La etapa de negociación puede ocurrir antes de la pérdida, en caso de tener a un familiar con enfermedad terminal, o bien después de la muerte para intentar negociar el dolor que produce esta distancia. En secreto el doliente busca hacer un trato con Dios u otro poder superior para que su ser querido fallecido regrese a cambio de un estilo de vida reformado. Este mecanismo de defensa para protegerse de la dolorosa realidad no suele ofrecer una solución sostenible en el tiempo y puede conducir al remordimiento y la culpa interfiriendo con la curación. Se desea volver a la vida que se tenía antes de que muriera el ser querido y que éste vuelva a nosotros. Se concentra gran parte del tiempo en lo que el doliente u otras personas podrían haber hecho diferente para evitar esta muerte. Las intenciones de volver al tiempo atrás es un deseo frecuente en esta etapa para así haber reconocido a tiempo la enfermedad o evitar que el accidente sucediera. La frase que resume esta etapa es ¿Qué hubiera sucedido si…? nos quedamos en el pasado para intentar negociar nuestra salida de la herida mientras pensamos en lo maravilloso que sería la vida si éste ser querido estuviera con nosotros. Esta fase del duelo suele ser la más breve de todas las etapas ya que se trata del último esfuerzo para encontrar alguna manera de aliviar el dolor por lo que supone un trabajo agotador para la mente y el cuerpo al tener que lidiar con pensamientos y fantasías que no coinciden con la realidad actual. Por eso es importante conectarse con las personas y actividades del presente siguiendo una rutina que le brinde a tu mente la comodidad de realizar tareas regulares. La depresión Si siente tristeza, miedo e incertidumbre ante lo que vendrá. Sentimos que nos preocupamos mucho por cosas que no tienen demasiada importancia mientras que levantarse cada día de la cama se siente como una tarea complicada. Estos sentimientos muestran que el doliente ha comenzado a aceptar la situación. La frase que contiene la esencia de esta etapa es Extraño a mi ser querido, ¿Por qué seguir? En esta etapa la atención del doliente se vuelve al presente surgiendo sentimientos de vacío y profundo dolor. Se suele mostrar impaciente ante tanto sufrimiento sintiendo un agotamiento físico y mental que lo lleva a dormir largas horas. Además, la irritabilidad y la impotencia toman un gran protagonismo ya que durante esta etapa se enfrente a la irreversibilidad de la muerte. Si bien el doliente siente que esta etapa durará por siempre es importante considerar que la depresión de este proceso de duelo no es sinónimo de enfermedad mental, sino que se trata de una respuesta adecuada a una gran pérdida por lo que las emociones de la depresión deben ser experimentadas para sanar. Sé paciente contigo mismo y recuerda que sentir esta depresión es la manera de salir de ella. La aceptación El doliente llega a un acuerdo con este acontecimiento trágico gracias a la experiencia de la depresión. Esta etapa no significa que estamos de acuerdo con esta muerte, sino que la pérdida siempre será una parte

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¿Cómo se desarrolla un trastorno emocional?

Según el modelo de triple vulnerabilidad (Suárez, Bennet, Goldstein y Barlow, 2009), las personas desarrollan un TE como consecuencia de la interacción a lo largo del tiempo de tres factores de vulnerabilidad. El primero, la vulnerabilidad biológica generalizada, que hace referencia a las dimensiones temperamentales de neuroticismo y extraversión. Estas dimensiones son parcialmente heredables (30-50%), por lo que se puede decir que nacemos con una tendencia a ser más o menos extrovertidos o más o menos inestables emocionalmente. Las personas con alto neuroticismo, al igual que las personas con TE, presentan una hiperexcitabilidad de las estructuras límbicas junto a un control inhibitorio limitado de las estructuras corticales.  Un perfil caracterizado por una baja extraversión y alto neuroticismo sería la primera variable explicativa para la aparición de un TE. El segundo, la vulnerabilidad psicológica generalizada, hace referencia al desarrollo de una percepción de los acontecimientos, internos y externos, como impredecibles e incontrolables, fruto de experiencias tempranas caracterizadas por el abuso, la negligencia o los estilos de crianza no contingentes, sin límites claros y que no enseñan estrategias de regulación emocional adecuadas. El tercer y último factor se denomina vulnerabilidad psicológica generalizada. Aquí se plantea el papel fundamental de las leyes cuando, en el contexto de una experiencia estresante particular, se asocia el malestar emocional (ansiedad, tristeza, culpa) a determinados objetos, situaciones o estados internos (pensamientos, recuerdos, sensaciones físicas, medios de trasporte, etc.). Las personas tienden a intentar mitigar la intensa respuesta emocional que experimentan a través de estrategias de supresión o evitación emocional, lo que provoca a corto plazo un alivio importante, pero a medio y largo plazo, mantienen la presencia de experiencias emocionales intensas y molestas. Barlow et al. (2011) definen las características principales de los TE a través de un modelo funcional con tres variables implicadas. Clasificación dimensional de los trastornos emocionales Las dimensiones de personalidad, como alto neuroticismo (relacionado con el afecto negativo) y baja extraversión (relacionada con el afecto positivo); se consideran, desde una perspectiva jerárquica, como dimensiones de orden superior o primer orden en la clasificación de los TE (Brown y Barlow, 2009). En este sentido, la investigación ha puesto de manifiesto que el alto afecto negativo está asociado con la mayoría de los TE (depresión, ansiedad generalizada, trastorno de pánico, agorafobia, trastorno obsesivo-compulsivo y ansiedad social), mientras que el bajo afecto positivo se asociaría con la ansiedad social y depresión. Además de compartir esta dimensión de primer orden, las personas con TE deben ser evaluables en tres dimensiones adicionales de segundo orden para realizar una adecuada clasificación del problema emocional: Estado de ánimo. Es importante evaluar esta dimensión dado que en el curso de un TE es frecuente que aparezcan, se alternen o convivan síntomas ansiosos y depresivos comórbidos a los síntomas principales Foco de ansiedad. Los síntomas ansiosos pueden desencadenarse por muchos estímulos distintos, como por ejemplo la evaluación negativa de los demás, notar sensaciones físicas, la presencia de preocupaciones o flashbacks relacionados con un hecho traumático o tener pensamientos intrusivos (de impureza, religión, orden, comprobación etc.), entre otras. Es importante evaluar esta dimensión también en el caso de personas con síntomas principales depresivos por la ya citada frecuente comorbilidad Las conductas de evitación (o conductas emocionales). Las personas con TE utilizan a menudo conductas emocionales y estas son las responsables de los que los síntomas ansiosos y depresivos se mantengan a lo largo del tiempo. Algunas personas utilizan las llamadas conductas de evitación abiertas o manifiestas (p.ej., no viajar en tren o no ir a centros comerciales) o conductas sutiles de evitación (p.ej., evitar el contacto ocular o no beber cafeína). Otras ponen en marcha estrategias de evitación cognitiva (p.ej., distraerse o suprimir el pensamiento) o conductas de seguridad (p.ej., llevar amuletos o fármacos encima). El objetivo de todas estas estrategias es no sentir una emoción intensa o reducir su intensidad una vez aparezca. Por último, se incluyen en esta dimensión las conductas impulsadas por la emoción (CIE), cuyo objetivo es no seguir experimentando el malestar emocional (p.ej., beber alcohol). Dicen los autores, que las personas con TE presentan déficits en la regulación de sus emociones, o desregulación emocional, porque las conductas emocionales que realizan no suelen acercares a sus metas y objetivos, sino que se centran en evitar el malestar a corto plazo, son desproporcionadas respecto a la demanda del ambiente, no consiguen resolver un problema presente (o lo agravan), o en ocasiones pueden llegar a ser perjudiciales (p.ej., atracón de comida o consumo de drogas) (información extraída de Manual de tratamientos psicológicos. Adultos / coordinador Eduardo Fonseca Pedrero,2021)

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¿Qué son las constelaciones familiares y para qué sirven?

Las Constelaciones Familiares nos muestran las dinámicas inconscientes en las que nos vemos envueltos, y el camino para que vuelva a fluir la armonía en nuestras relaciones y en nuestra Vida. Tomando conciencia del lugar que nos pertenece y de nuestras raíces, conectamos con nuestra fuerza, con nuestra sabiduría interna y con la capacidad para confiar y abrirnos a la Vida sin miedo. En los talleres de Constelaciones Familiares hacemos que lo invisible se vuelva visible, descubrimos el origen, y también el camino, para desbloquear o superar aquello que nos está provocando desequilibrios o nos mantiene estancados. Se pueden constelar conflictos, fobias, miedos, temas de salud, trabajo, familia, pareja, adicciones, apatía, tristeza, depresión, desvalorización…. A los talleres podemos asistir para constelar algún tema personal o como observadores, papel en el que también trabajamos temas nuestros, que se ven reflejados, de una manera u otra, en las Constelaciones de los compañeros. Constelar nos aporta siempre claridad y dirección en la sanación de nuestras heridas. María Ángeles Alandete Segura facilitadora de Constelaciones Familiares Recuerdo que a mis 16 años, ya tenía muchas inquietudes, muchas preguntas sin respuesta, y una cantidad considerable de nudos en mi vida que no conseguía desenredar. Buscaba aquí y allá las respuestas a todas esas preguntas. Comencé a buscarlas primero en libros, luego a practicar meditación, a asistir a charlas y a cursos de autoconocimiento (en aquel momento bastante escasos). Me acostumbré a ir mirando cada vez menos fuera, y más adentro; y a buscar allí las respuestas. La vida, poco a poco, las fue trayendo, y fue también abriendo nuevos caminos de aprendizaje. Más tarde en el tiempo, me fui formando en diferentes terapias: Esencias florales, para trabajar con las emociones estancadas, bloqueadas. Con el dolor, la tristeza, la ansiedad, y tantas otras. Hice, durante un largo periodo de tiempo, seminarios de Kinesiología, de Restauración Bioenergética, y muchos otros. Y luego, llegaron las Constelaciones Familiares. Durante años, asistí a talleres de Constelaciones, comprendiendo con más profundidad cada vez, las poderosas fuerzas que nos mueven, las lealtades, los lazos, y los vínculos visibles e invisibles que tenemos. Fui ampliando la mirada, y el espacio, tanto en mi mente como en mi corazón, hacia nuestro árbol genealógico; hasta que un día, sentada en silencio frente al mar, decidí formarme en Constelaciones Familiares. Nunca estaré suficientemente agradecida de haberlas encontrado en mi camino y de aquella decisión. Desde entonces, hace más de 10 años ya, trabajo con ellas, tanto a nivel grupal como individual, y no consigo imaginar  ningún otro trabajo más bello, ni en el que desearía estar. Cada sonrisa, cada nuevo brillo en los ojos en los que antes había tristeza o desaliento, cada espalda y cada corazón más ligeros de pesos, nudos y cargas, son preciosos regalos que recibo en cada taller.

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