Cada año 250 millones de personas consumen drogas ilegales en todo el mundo, de los cuales 30 millones lo hacen de forma problemática o abusiva. Por encima de estas, el tabaco y el alcohol son causa de innumerables enfermedades e incapacidades y se las relaciona con el 12 % de la mortalidad mundial. Estas cifras muestran el enorme grado de penetración que tienen las sustancias susceptibles de abuso y la devastación que son capaces de infringir. La adicción a las drogas es considerada como una enfermedad crónica y recidivante, causada por la confluencia de factores biológicos, psicológicos y sociales. Se trata de un trastorno mental que condiciona gravemente la capacidad de control del individuo, y que requiere por tanto de apoyo y tratamiento específicos, más allá de un mero esfuerzo de la voluntad.
